Hay muchos niños que duermen de día y, de noche, piden comer o no paran de llorar, lo que dificulta el descanso de los padres. ¡Las soluciones aquí!
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los padres primerizos son las alteraciones del sueño en sus bebés. Durante las primeras semanas de vida, los recién nacidos aún no han desarrollado un ciclo sueño-vigilia regular, lo que puede resultar en patrones de sueño erráticos e impredecibles.
Los bebés nacen sin la capacidad de distinguir entre el día y la noche. Su ritmo circadiano, el reloj interno que regula los ciclos de sueño y vigilia, aún no está sincronizado con el ciclo de luz solar. Esto puede llevar a que duerman durante el día y estén más activos y despiertos durante la noche, un patrón que puede resultar agotador para los padres.
La clave para regular el sueño del bebé radica en ayudarle a establecer un ciclo circadiano adecuado. Para ello, es fundamental exponerle a la luz solar durante el día y crear un ambiente oscuro y tranquilo para dormir por la noche.
Estas son algunas recomendaciones para ayudar a tu bebé a dormir mejor:
Durante el día:
Asegúrate de que el bebé esté expuesto a la luz natural durante el día, especialmente durante la mañana.
No mantengas la casa en silencio absoluto durante el día. Los ruidos cotidianos ayudan al bebé a diferenciar el día de la noche.
Si el bebé duerme siestas durante el día, procura que no sean demasiado largas ni cerca de la hora de dormir.
Durante la noche:
Establece una rutina relajante para la hora de dormir, como un baño tibio, un masaje o un cuento.
Asegúrate de que la habitación esté oscura, silenciosa y a una temperatura agradable.
Si el bebé se despierta durante la noche, atiéndelo con suavidad y sin encender las luces.
Alimentación y sueño
La alimentación también juega un papel importante en la regulación del sueño del bebé. Es importante alimentar al bebé a demanda, pero también intentar establecer un horario regular de comidas.
Si el bebé se está alimentando con leche materna, es importante que la madre siga una dieta saludable y equilibrada.
Si el bebé se está alimentando con leche de fórmula, es importante seguir las instrucciones del pediatra para la preparación y el almacenamiento de la leche.
Recuerda que cada bebé es diferente y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Lo importante es ser paciente, constante y consultar con el pediatra si tienes alguna preocupación sobre el sueño de tu bebé.
El, primer problema de sueño que puede aparecer en un bebé en las primeras semanas de vida. Y es que cuando un niño nace no sabe lo que es el día de la noche y le da lo mismo tener un ritmo diurno que un ritmo nocturno. Es decir, puede estar comiendo y buscando estímulo durante el día durmiendo por la noche. Qué es lo que más compatible con nuestro día a día o al revés, puede estar muy dormido durante el día y con tendencia a estar despierto y comiendo buscando estímulos durante la noche, lo que es la mejor forma de convertir a sus padres en un par de zombis cabreado y que acabe pagando el niño también. Por lo tanto, esto que parece una tontería, pero es el primer problema que podemos encontrarnos en cuanto al sueño infantil. Y es que no esté ajustado al ciclo circadiano. Ahí hay dos factores que influyen. El primero es una sustancia química que produce nuestro cerebro que la melatonina y que se segrega en función del ritmo de luz y oscuridad. Cuando un niño tiene el ritmo cambiado, a veces nosotros lo perpetúa amor, porque si durante el día tiene mucho sueño porque ha pasado una noche muy mala. Nosotros tambien tenemos tendencia a descansar para compensar esa mala noche y bajamos un poquito las persianas y estamos con el mismo ruido posible. Y entonces si tú le preguntará al bebé eso que es, te diría que eso es la noche, aunque sean las doce de la mañana Si así estamos durante el día y luego llega otra vez la tarde noche Niño descansado y vuelve a tener hambre y necesidad de estímulo. Y no lo piden la hora de la noche que hacemos para atenderle, encender las luces y entonces cuando hay más iluminación y cuando menos tenemos más iluminación durante la noche y menos iluminación durante el día. Y eso hace que el ritmo de producción de melatonina se adapte a esa exposición a la luz, con lo cual se perpetúa el problema. Así que la primera solución que tenemos que hacer cuando vemos que un niño está más activo durante la noche, menos durante el día, es de día tanta luz como sea posible y de noche mantiene el mínimo de iluminación posible. Si es posible. Cero No ponga en la típica la típica bombillita de compañía para echarle un vistazo al niño. De vez en cuando podeis tener la, pero encenderla cuando quieran mirar y apaga la inmediatamente. Si el niño te pide, por ejemplo, comer durante la noche El momento de cogerlo para darle el alimento, puedes encender un poquito de la luz, pero en cuanto ya está comiendo, apaga la luz mínimo de iluminación durante la noche, cuando nosotros hacemos esto, simplemente con eso se va a establecer el ritmo de melatonina correcto que va a atender a que el niño poco a poco hasta su ciclo circadiano al día y noche Real. Pero luego, además, podemos hacer otra cosa Y. Así, durante una noche el niño estaba más que comiendo y buscando estímulo. Llega al día siguiente y el niño quiere descansar, descansar y descansar, lo que tendríamos que hacer siendo respetuoso con sus necesidades permitírselo. Pero la pediatría, la crianza respetuosa, no consiste en que nunca interfiera mos con lo que no manifiesta que necesita, sino que lo hagamos sólo cuando esté justificado. Y en este caso lo está, porque si no intervenimos va a interferir claramente con el ritmo de descanso de sus padres y lo puede hacer durante muchos meses. empeorando la calidad de vida de los padres y con el vínculo tan fuerte que tiene el niño con su padre e imposible que estando los padres mal el niño esté bien. Así que sigue esta justificado que intervengamos y por hacerlo durante dos o tres días vamos a conseguir la solución. Esa intervención consiste en que durante el día intenta que no pase más de dos horas seguidas durmiendo Si ves que las pasa, sino pide despierta lo para que coma cuando nosotros lo hacemos. Vamos a conseguir que durante el día aumente las tomas y descanse menos, y así llegar a la hora de la noche, con más sueño y menos hambre. Y este cambio habitualmente se puede conseguir solamente con tres cuatro días como mucho y al final, entre eso y la adaptación a la exposición a la luz vamos a conseguir que el niño coma y busca estímulos de día Descanse fundamentalmente de anoche. Otra de las dudas más frecuentes cuando hablamos de sueño el niño, es que yo puedo creer que mi hijo duerme poco, que es dormir poco, dormir poco al no cubrir las necesidades que tiene ese niño para que su cuerpo funciona de forma adecuada el sueño fundamental, tanto en el descanso como en el crecimiento. Pero es imposible conseguir que un niño duerma ni un minuto más de lo que él necesita. Y en eso somos todos muy variable. Hay gente que necesita dormir mucha M ahora y gente que tiene un sueño mucho más eficiente que con menos cantidad, es capaz de hacer mucho mejor ese trabajo. Por lo tanto, para saber si duermes poco o no, es muy sencillo y mira que es lo que pasa cuando estás despierto. Si cuando estás despierta está agotado, irritable, que quiere decir que posiblemente está durmiendo o poco o con mala calidad. Pero si un niño creemos que duerme poco y luego durante el día tiene actividad suficiente para votar no a todos. Y no está mucho más irritable de lo habitual, es que el niño duerme lo que necesita. A veces el problema, más que la cantidad del sueño, está en que ese sueño está desplazado en horario. Hay niños que, por ejemplo, se duerme muy tarde y luego se despiertan también muy tarde. Pero eso es un problema que se puede arreglar con relativa facilidad. Lo que pasa es que solemos intentar arreglarlo por el lado contrario, Yo intento de niños y se duerme, por ejemplo, a las doce de la noche. Pues voy a intentar dormir lo a la once y media. Imposible porque el niño todavía no tiene sueños. Ahora lo hemos acostumbrado a ese horario y mediar ante yo no he cubierto mis necesidades de estímulos y por tanto no me duermo. Voy a intentarlo una hora antes. Ya no es imposible un calvario meterte con un niño en el dormitorio antes de la hora en la que tiene sueño. Además, no favorece que se duerma con más facilidad, sino que lo dificulta porque está convirtiendo El dormitorio en el parque temático de antes de dormirme en el sitio donde te castigo, encerrando te sin estímulos para que al final te duerma aburrido. Eso genera una ansiedad que hace que te resulte más difícil dormirte. No más fácil, pero si lo hiciéramos por el lado contrario, es decir, y si en lugar de ir intentando que se duerma cada vez un poquito ante lo que hago es despertarle un poquito antes estos niños que se duerme muy tarde. Habitualmente esos niños que consumen mucho estímulo y que como decimos hasta que no tiene su tope de estímulo del día no se puede dormir. Pero qué pasa si yo lo despierto quince minutos antes y le doy juego? Porque son niños que son muy activos y que va a recibir ese cambio con muchísima facilidad. Y al día siguiente qué pasa si quince minutos antes y al día siguiente otro quince minuto antes? Pues pasa que poco a poco, como la necesidad de horas de sueño que tienes o las que son, Vamos a desplazar todo su ciclo, de forma que echará la primera. Sí, está un poquito antes, la segunda fiesta un poquito antes y tendrá ganas de dormirse por fin por la noche, un poquito antes y podemos ir desplazando ese ciclo poco a poco Si. Además, lo que hacemos es que reducimos la exposición a la luz progresivamente de una hora anterior, cosa que, por ejemplo, en otoño pasa de forma espontánea. Pues mucho más fácil hacer esta adaptación. No te peleas para que se duerman, te despierta alguien juega con él un poco antes cada día y así podrá desplazar ese ciclo de sueño con la hora que eso no va a poder ampliarla pero puede desplazarla para que se gaste mejor a vuestro ritmo de descanso. Esta forma de actuar son pequeños detalles de los cuales podemos intervenir y que pueden mejorar mucho la calidad del sueño de los padres. Y esta calidad de sueño es fundamental para el bienestar del niño. Porque no lo vimos convivir con un par de padres de calzado y el buen humor que con un par de zombis cabreado.