Los probióticos han cobrado un gran interés en salud por su capacidad para proteger y restaurar el equilibrio de la microbiota vaginal y uretral.
Juan Evaristo Suárez
Microbiología y Parasitología
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Hablamos en el siguiente artículos de los probióticos, su modo de acción y su utilidad en las infecciones urogenitales, tema que ha cobrado gran importancia en el mundo de la salud en los últimos años.
La microbiota vaginal y uretral desempeña un papel fundamental en la protección de los aparatos genital y urinario, ya que impide la colonización por microorganismos patógenos.
En más del 80 % de las mujeres en edad fértil, esta microbiota está compuesta predominantemente por lactobacilos, bacterias que generan un entorno hostil para los agentes infecciosos. Su mecanismo de acción se basa en:
-Competencia por los nutrientes y el espacio: los lactobacilos dificultan la adhesión de patógenos a las paredes vaginales y uretrales. -Producción de ácido láctico: acidifican el medio vaginal, creando un ambiente desfavorable para el crecimiento de bacterias y hongos patógenos. -Síntesis de agua oxigenada y bacteriocinas: sustancias que inhiben y eliminan microorganismos invasores como Escherichia coli, Gardnerella vaginalis y Candida albicans.
Sin embargo, diversos factores pueden alterar este equilibrio, reduciendo la cantidad de lactobacilos y favoreciendo la aparición de infecciones como vaginosis bacteriana, vaginitis, infecciones urinarias, enfermedades de transmisión sexual e incluso complicaciones relacionadas con la fertilidad y el embarazo.
Para restaurar el equilibrio de la microbiota urogenital y reforzar sus mecanismos de defensa, los probióticos han surgido como una alternativa terapéutica eficaz. Estos microorganismos vivos, generalmente lactobacilos, pueden administrarse por vía oral o vaginal, contribuyendo a la curación y prevención de diversas afecciones.
Si bien los probióticos presentan múltiples beneficios, su efectividad depende de factores como la vía de administración, la duración del tratamiento y la cepa utilizada.
-Refuerzan la respuesta inmunitaria de la paciente.
-Compiten con los patógenos y favorecen la recuperación de la microbiota natural.
-Producen ácido láctico y agua oxigenada, dificultando la proliferación de microorganismos invasores.
-Su efecto prolongado contribuye a la prevención de recurrencias.
-Son una opción segura y con menores efectos adversos que los antibióticos.
-Su acción es más lenta que la de los antibióticos o antisépticos, ya que deben superar barreras digestivas antes de colonizar la vagina.
-Requieren una administración prolongada (al menos 2-3 semanas y repetición en varios ciclos menstruales).
Los estudios han demostrado beneficios significativos del uso de probióticos en diversas infecciones y condiciones ginecológicas:
-Vaginosis bacteriana: reducen síntomas como el mal olor y el picor vaginal.
-Vaginitis: alivian la inflamación y el dolor asociado a la micción y las relaciones sexuales.
-Síndrome genitourinario de la menopausia: mejoran la atrofia urogenital, la incontinencia urinaria y el dolor en mujeres mayores.
-Fertilidad y embarazo: estudios recientes indican que los probióticos pueden aumentar la tasa de partos a término en mujeres con antecedentes de aborto y mejorar la fertilidad en aquellas con dificultades para concebir.
Una de las estrategias más innovadoras en estudio es el trasplante de fluido vaginal de mujeres sanas a pacientes con disbiosis vaginal severa. Los primeros ensayos han mostrado resultados prometedores, y se espera que en los próximos años esta técnica se convierta en una opción terapéutica rutinaria en hospitales.
El uso de probióticos representa una herramienta eficaz para la prevención y tratamiento de infecciones urogenitales. Su acción no solo protege contra patógenos, sino que también ayuda a restaurar la microbiota vaginal y uretral, fortaleciendo la respuesta inmune y reduciendo la recurrencia de infecciones.
Aunque su efecto es más lento que el de los antibióticos, su perfil de seguridad y beneficios a largo plazo hacen de ellos una opción terapéutica cada vez más utilizada en la práctica clínica.
en este vídeo vamos a hablar de probióticos, de su modo de acción y de la utilidad que tienen en las infecciones uro genitales. La microbiota vaginal y uretral está constituida por lactobacilos en más del ochenta por ciento de las mujeres durante el periodo fértil de la vida. Los lactobacilos protegen la vagina y la uretra porque impiden que los microbios patógenos puedan pegarse a sus paredes y porque producen sustancias como el ácido láctico y el agua oxigenada que los mata. Ahora bien, en ocasiones se generan problemas que provocan un descenso en la concentración de los lactobacilos y hace vulnerables dichos conductos a la invasión por patógenos y a la aparición de diversas enfermedades como la vaginosis, las vaginitis, las infecciones de transmisión sexual, las infecciones urinarias e incluso el cáncer. Para corregir este problema se utilizan ácidos principalmente de ácido láctico, antisépticos como la C Lorena, diversos antibióticos y también probióticos. Los probióticos vaginales son lactobacilos, cuya administración es segura y que han demostrado previamente contribuir a la curación de las enfermedades enumeradas antes. Los probióticos presentan tanto ventajas como desventajas sobre los otros tratamientos, empezando por estas últimas son de acción lenta porque en general se toman por vía oral, de manera que los lactobacilos que contienen deben superar las barreras que les opone el tubo digestivo para llegar a la vagina, y eso hace que deban administrarse durante al menos dos a tres semanas. Por eso mismo es conveniente repetir el tratamiento durante tres ciclos menstruales, incluso aunque la sintomatología haya desaparecido. Pero la administración de probióticos también tiene ventajas. En primer lugar, porque su tránsito por el intestino activa la respuesta inmunitaria, lo que aumenta la capacidad propia de la paciente para combatir la infección. Una vez llegan a la vagina. Como se utilizan concentraciones muy elevadas, compiten con los patógenos por los nutrientes y el espacio disponible. Además, se multiplican en la vagina y aumentan así el tiempo durante el cual son efectivos el ácido láctico y el agua oxigenada que producen ataca a los microorganismos invasores y reduce su número y los problemas que ocasionan, a la vez que al hacer el medio progresivamente más ácido, favorecen la recuperación de los lactobacilos propios que formaban la microbiota particular de la mujer que se está tratando y que al final volverán a ser predominantes por el control, los antisépticos y los antibióticos llevan a cabo su labor atacando indiscriminadamente a los microorganismos con los que entran en contacto, incluyendo a los lactobacilos pro supervivientes, que formaban previamente la microbiota normal de aquella mujer. Esto es indeseable porque dichos lactobacilos deben actuar como las semillas que tras la victoria sobre los patógenos deberán multiplicarse hasta reconstituir las condiciones anteriores. La aparición de la patología a continuación enumera algunos ejemplos del efecto beneficioso de los probióticos vaginales. Su uso en las vaginosis hace disminuir el olor a pescado y el picor que acompaña a este cuadro en las vaginitis contribuyen a disminuir la inflamación vaginal y, con ella, el dolor que se produce tanto al hacer pis como a las relaciones sexuales. También son beneficiosos para el tratamiento del síndrome genitourinario de la menopausia cuando se administran esteroides porque al establecerse en la vagina y la uretra provocan su acidificación, mejorando así la atrofia urogenital típica de las mujeres mayores y con ella, la incontinencia urinaria y el dolor. En el Coy En los últimos años se ha observado también la utilidad de los probióticos para mejorar la frecuencia del parto a término en las chicas que experimentaron abortos previos y en la mejora de la fertilidad de las que no consiguen quedarse embarazadas. A partir de aquí hay muchas esperanzas depositadas en el trasplante de fluido vaginal de mujeres sanas a enfermas. Los datos son muy alentadores y se espera que este procedimiento se convierta en rutina hospitalaria en los próximos años. En resumen, los probióticos son beneficiosos porque usados preventivamente, protegen a los aparatos genital y urinario frente a las enfermedades, a la vez que una vez ésta se manifiestan, ayudan a combatirlas y a recuperar la salud. Úrsula genital.