El aumento de la esperanza de vida, junto con el sedentarismo y los cambios de hábitos que favorecen el sobrepeso y la obesidad, han provocado un aumento de las enfermedades articulares.
En España, millones de personas padecen estas enfermedades, siendo la artrosis y la osteoporosis las más comunes. Para controlar el dolor, estos pacientes suelen recurrir a antiinflamatorios de forma crónica.
Sin embargo, las plantas medicinales pueden ser una alternativa natural para aliviar el dolor articular, especialmente en casos leves y de duración limitada.
El harpagofito, por ejemplo, se utiliza para tratar dolores articulares leves, tendinitis y lumbalgias. Sus principios activos, los harpagósidos, ayudan a mejorar la movilidad y flexibilidad de las articulaciones.
Otra planta medicinal destacada es la cúrcuma, conocida por sus propiedades antiinflamatorias. Su principio activo, la curcumina, contribuye a la flexibilidad y al bienestar articular.
Es importante recordar que, aunque estas plantas pueden ser beneficiosas, es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de utilizarlas, especialmente si se padece alguna condición médica o se están tomando medicamentos.