Las 3 P del insomnio ayudan a identificar sus causas
El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la incapacidad de dormir un número suficiente de horas a pesar de contar con las circunstancias adecuadas para ello, o con la percepción de tener un sueño de poca calidad o no reparador.
El insomnio es el motivo de consulta más frecuente en la consulta especializada en el sueño. Se cree que el 60 % de la población lo padecerá en algún momento a lo largo de su vida. El insomnio también es uno de los principales motivos de consulta en los centros de atención primaria, tanto en España como en otros países.
El insomnio no se manifiesta solo durante el sueño, también puede afectarnos durante el día. Los síntomas diurnos pueden incluir cansancio, fatiga, problemas de concentración y de memoria, mal rendimiento escolar o laboral, bajo estado de ánimo, irritabilidad, somnolencia, falta de energía y de motivación, aumento del riesgo de accidentes en el trabajo o de tráfico, dolor de cabeza, síntomas gastrointestinales y ansiedad, entre otros.
¿Por qué se produce el insomnio?
Existen causas primarias y causas secundarias del insomnio.
Causas secundarias. Existen problemas físicos o trastornos que afectan al sueño normal, provocando un sueño alterado o no reparador que hace que la persona no se sienta fresca al día siguiente. Incluimos aquí el ronquido, la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas, los movimientos anómalos durante el sueño o los trastornos de conducta durante el sueño. También podemos describir como causas secundarias los problemas del ritmo circadiano que cursan con insomnio, como el retraso de fase y el adelanto de fase.
Causas primarias. Entre ellas, describimos el insomnio primario, que es aquel que no está relacionado con una condición física, sino el que aparece en una persona en cierto momento de su vida. Los problemas del estado de ánimo pueden hacer que tengamos insomnio: los más frecuentes son la ansiedad y la depresión.
Las 3 P del insomnio
Desafortunadamente, el insomnio puede cronificarse. Por ello, al hablar de insomnio, siempre tenemos que hacer referencia a la regla de las 3 P del insomnio, una regla muy interesante que explica por qué este trastorno del sueño se cronifica con tanta frecuencia.
P: factores predisponentes. Nos referimos a rasgos de personalidad que hacen que una persona pueda ser más vulnerable a padecer insomnio. En general, las personas que más sufren insomnio son aquellas quieren mantener más el control o el orden, o las personas autoexigentes y analíticas.
P: factores precipitantes. Son circunstancias que ocurren a lo largo de la vida que pueden producir insomnio reactivo, como un cambio de trabajo, una mudanza, un problema sentimental, una enfermedad nuestra o de un ser querido, etcétera. Todos estos factores pueden “encender la mecha” del insomnio.
P: factores perpetuantes. Esta P es la más importante en el caso de las personas que sufren un insomnio crónico. Los factores perpetuantes son aquellos pensamientos y actividades que realiza una persona para intentar curar su insomnio.
Lejos de lo que se pueda pensar, el hecho de tener que hacer cosas específicas, tomar sustancias para dormir o prestar especial atención al problema de sueño, hará que desarrollemos mayor ansiedad anticipatoria, miedo a no dormir y pensamientos y creencias que favorecerán los problemas del sueño, metiéndonos así en un círculo vicioso.
En una consulta especializada de sueño, el médico deberá identificar las 3 P del insomnio en cada paciente para poder abordar su caso correctamente.