El Dr. Mera habla con José Méndez, presidente de AMACOP. Además, reflexionamos sobre el COVID persistente y las afectaciones neurocognitivas.
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COVID persistenteEl Dr. Mera habla con José Méndez, presidente de AMACOP. Además, reflexionamos sobre el COVID persistente y las afectaciones neurocognitivas.
Nos encontramos en un nuevo episodio del canal COVID-19 de Medicina Televisión, y en esta ocasión, tenemos el honor de conversar con José Méndez, representante de AMACOP. Esta entidad se dedica a desvelar los objetivos fundamentales detrás de su existencia. ¿Qué metas persigue AMACOP? Principalmente, busca arrojar luz sobre enfermedades que han sido mantenidas en la sombra y promover la investigación científica. Un ejemplo es la creación de la red REICOP (Red Española de Investigación en COVID persistente), donde participamos activamente. Aspiramos a impulsar la formación de un registro de pacientes, una necesidad que, hasta el día de hoy, no ha sido satisfecha. Adicionalmente, abogamos por la instauración de unidades multidisciplinarias para brindar una atención completa a los afectados por la Covid Persistente.
Actualmente, colaboramos enérgicamente con casi 50 individuos. No obstante, tras bambalinas, se encuentran más de 1000 personas involucradas en esta lucha constante. Esta cifra, cabe resaltar, aumenta constantemente.
¿Podrías exponer los síntomas más recurrentes de la Covid Persistente? Indudablemente, si tuviera que seleccionar uno en particular, resaltaría la fatiga. Una fatiga debilitante, tanto física como mental, es la manifestación que predomina en la mayoría de los casos. Acompañándola, se presenta una disautonomía generalizada y disfunciones en el sistema nervioso, así como dolores neuropáticos que guardan semejanza con la fibromialgia. Además, se observan síntomas que afectan el ámbito neurológico, respiratorio, digestivo, cardiovascular y oftalmológico. Tras más de tres años, en muchos casos, esta prolongada afección conlleva problemas psicológicos y dificultades para adaptarse a una enfermedad crónica de larga duración.
Ahora, consideremos el impacto que la Covid Persistente ejerce en la vida de los pacientes. ¿Cómo afecta a su vida laboral y familiar? En numerosos casos, la calidad de vida se ve drásticamente reducida. Un día podría parecer que todo está bajo control, mientras que al siguiente, la persona afectada podría luchar por siquiera levantarse de la cama. Esta condición se traduce en dificultades para conciliar el sueño y agudos dolores que perturban el descanso. Realizar tareas cotidianas, incluso aquellas tan simples como trabajar o realizar labores domésticas, se convierte en una ardua tarea. Alarmantemente, un 10% de los pacientes de Covid Persistente ya han perdido sus empleos, mientras que el 46% se encuentra en incapacidad laboral y solo el 15% puede llevar una rutina laboral normal. Cerca del 90% de los afectados experimentan un empeoramiento con el esfuerzo físico o mental. Desafortunadamente, el colectivo médico a menudo carece de empatía y comprensión, lo cual agrava la situación. El desgaste tras años de lucha incansable y las dificultades económicas y personales también se suman al desafío.
Enfoquémonos ahora en un síntoma particular: la niebla mental. ¿Podrías proporcionarnos una explicación, José? La niebla mental es, en efecto, un desafío considerable. En mi primera consulta en Medicina Interna, mencioné los síntomas que la caracterizaban y fui recibido con escepticismo. Me explicaron que tal cosa no existía. Para comprenderlo, imagina una sensación continua de confusión, como si tu cabeza estuviera constantemente inflamada y dolorida. Tareas aparentemente simples, como trabajar en una computadora o mantener una conversación, se vuelven agotadoras en menos de 15 minutos. La capacidad de concentración se ve severamente afectada, y el paciente puede desconectarse involuntariamente durante interacciones sociales, enfrentando dificultades para seguir el hilo de la conversación. La fotofobia y la hipersensibilidad a los ruidos también son características comunes.
En adelante, exploraremos las posibles causas detrás del Long Covid. Como José mencionó previamente, la inflamación juega un papel esencial. Centrémonos en los aspectos inflamatorios y en el daño neurocognitivo. En relación al testimonio compartido por José sobre el Long Covid y específicamente sobre la niebla mental, surge la interrogante: ¿qué implica realmente la niebla mental? Este término hace referencia a la alteración de la concentración y la memoria, lo que dificulta la realización de tareas ejecutivas y la toma de decisiones. Los pacientes experimentan olvidos inmediatos y un impacto significativo en su calidad de vida. Estudios recientes demuestran que todas las variantes de la Covid-19, incluyendo las actuales, tienen la capacidad de provocar un deterioro cognitivo. Sin embargo, existe un mensaje de esperanza: la red REICOP y el esfuerzo colaborativo entre pacientes y asociaciones, junto con más de 57 sociedades científicas en España, están trabajando arduamente para investigar y dar visibilidad a esta patología que es la Covid Persistente.