Boca seca o xerostomía, ¿qué debes saber?
La xerostomía, comúnmente conocida como boca seca, es una patología que se produce por la disminución de la producción de saliva, también conocida como hiposalivación. Esta alteración se debe a un mal funcionamiento de las glándulas salivales, encargadas de producir la saliva que humedece nuestra boca.
La saliva juega un papel fundamental en nuestra salud bucodental, ya que:
Lubrica y protege los tejidos blandos y duros de la cavidad oral.
Neutraliza los ácidos producidos por las bacterias, previniendo la aparición de caries.
Facilita la masticación, la deglución y el habla.
Contribuye a la percepción del gusto.
Cuando la producción de saliva disminuye, podemos experimentar una serie de síntomas, como:
Sensación de sequedad y pegajosidad en la boca.
Dificultad para tragar, hablar o masticar.
Ardor o picazón en la lengua y la garganta.
Mal aliento.
Aumento de la sed.
Cambios en el sentido del gusto.
Es importante consultar con un profesional de la salud si se experimentan estos síntomas de forma persistente, ya que la boca seca puede ser un signo de diversas condiciones, como:
Efectos secundarios de ciertos medicamentos.
Enfermedades autoinmunitarias.
Radioterapia en la cabeza y el cuello.
Estrés y ansiedad.
Tabaquismo.
El tratamiento para la boca seca dependerá de la causa subyacente. En algunos casos, puede ser necesario realizar cambios en el estilo de vida, como beber más agua, evitar el consumo de alcohol y tabaco, y masticar chicles sin azúcar para estimular la producción de saliva. También existen tratamientos farmacológicos que pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Es fundamental mantener una buena higiene bucal para prevenir complicaciones derivadas de la boca seca, como la aparición de caries, enfermedades de las encías e infecciones bucales. Se recomienda cepillarse los dientes después de cada comida, utilizar hilo dental diariamente y acudir a revisiones dentales regulares.