El ácido fólico: Clave durante el embarazo
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, juega un papel fundamental en la formación del sistema nervioso central del feto durante el embarazo. Su importancia radica en que este desarrollo ocurre en un periodo crítico, entre los 15 y 28 días después de la concepción.
Esta vitamina participa en la síntesis de aminoácidos y ácidos nucleicos, elementos esenciales en la formación de tejidos y en la multiplicación celular, especialmente en la médula ósea, tejido con un alto índice de crecimiento y división celular. La carencia de ácido fólico puede producir anemia.
Diversos estudios han demostrado que el ácido fólico es esencial para el desarrollo de varios órganos fetales. Por ello, la suplementación con ácido fólico antes y durante el embarazo se considera crucial para prevenir la aparición de defectos del tubo neural, estructura que da lugar al sistema nervioso central. Estos defectos, como la espina bífida, son malformaciones graves y relativamente comunes que pueden ocurrir al comienzo de la gestación.
¿Cuándo y cómo tomar ácido fólico?
Se recomienda que las mujeres en edad fértil que planeen un embarazo comiencen a tomar suplementos de ácido fólico aproximadamente un mes antes de la concepción y continúen durante los tres primeros meses de gestación.
El ácido fólico está disponible en comprimidos, cápsulas y también en combinación con otras vitaminas. Aunque generalmente es bien tolerado, en algunos casos puede producir efectos secundarios leves como dolor abdominal, acidez estomacal, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea.
Más allá del embarazo
Es importante destacar que el ácido fólico no solo es importante durante el embarazo. También se utiliza en el tratamiento de otras condiciones como:
Recuerda que la información proporcionada en este artículo es meramente informativa y no sustituye el consejo médico profesional. Ante cualquier duda, consulta con tu médico o farmacéutico.