La pitiriasis rosada es un tipo de lesión de la piel que suele manifestarse a través de una primera placa con una base sonrosada o roja, con un borde escamado con forma redondeada u ovalada. «A esta primera placa se la llama mancha heráldica por su forma de medallón o moneda», explica la dermatóloga Elia Roó.
La pitiriasis rosada es también también conocida como pitiriasis rosada de Gibert, en honor al dermatólogo que la descubrió. Esta patología evoluciona al cabo de 1 o 2 semanas en las que suelen aparecer lesiones similares de menor tamaño en otras partes del cuerpo. Estas se distribuyen por el pecho, el abdomen, la espalda, en la raíz de miembros como brazos o piernas y pueden posteriormente extenderse por el resto del cuerpo.
Que causa la pitiriasis rosada
Es una enfermedad muy común que cursa con una erupción cutánea en forma de placas de origen desconocido. Se sabe que no está producida por una alergia y se cree que puede estar provocada por un agente transmisible como un virus. A pesar de que se piensa que puede estar transmitida por un virus, no es contagiosa y no se transmite de una persona a otra.
Características de la pitiriasis rosada
Existen otros rasgos característicos de esta patología de la piel que con la ayuda de la doctora Elia Roó, destacamos:
Diagnóstico clínico. El dermatólogo suele diagnosticar la pitiriasis rosada por su aspecto clínico aunque a veces y, sobre todo al principio, puede confundirse con algunos tipos de eccemas.
Dura entre 1 y 2 meses. Habitualmente las lesiones duran entre 6 y 8 semanas aunque pueden prolongarse algo más de tiempo y desaparecen espontáneamente.
Produce picor. Como síntoma más frecuente, las lesiones pueden producir picor y, en estos casos, sí se recomienda aplicar cremas hidratantes y tomar un antihistamínico.
No se repite. Lo normal es que una persona tenga esta erupción una sola vez, siendo muy raro que vuelva a repetirse.
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