Transcripción del Audio
hablar de la sexualidad de las personas con discapacidad. No es un tema sencillo, pero en este video vamos a atrevernos a contarte que es exactamente lo que sucede, eh? Discapacidades existen infinitas, tanto físicas como intelectuales, pero todas tienen un factor común cuando hablamos de sexualidad. Y es que no hay ninguna diferencia entre las personas con discapacidad a las que no la tienen. Todos somos seres sexuados. Nacemos con las mismas necesidades. Exactamente igual. Hay mucha gente que cree que las personas con discapacidad son algo menos que angelitos asexuados que no tienen ni idea de qué es esto ni tienen ninguna necesidad sexual Otros. Por el contrario, creen que son personas, pues perversas, que están todo el día buscando sexo y que no tienen ningún control Ni lo uno ni lo otro. La realidad es que todo depende de la discapacidad y, por supuesto, de la persona y de su contexto. Pero todos tienen necesidades sexuales y te diré más. Su capacidad de disfrute es exactamente la misma. Todo dependerá de la situación, pero con que disfrutamos con nuestra piel que recubre todo el cuerpo, no sólo lo genital, no te confundas. Y con qué más. Por excelencia con nuestro cerebro y eso sí que no tiene limites. Asi que si convives con personas con discapacidad, ten en cuenta que su sexualidad es muy importante. Y por supuesto, que no se te olvide que no es algo que no necesiten o no tengan que aprender, ni tampoco que sean personas sin control sobre esto, porque lo tienen igual que todos. Quizás lo único que necesitemos sea un poco de educación sexual Además. Existen personas cualificadas y específicamente formadas que se llaman asistentes sexuales. Son profesionales que ayudan a las personas con distintas discapacidades para vivir plenamente su sexualidad de una forma satisfactoria, porque, como sabemos, les es muy difícil. Animo a buscar información sobre esto En España existen asociaciones de estos profesionales y en todo el mundo también. Así que, ya sabes, el asistente sexual también es un recurso más para que las personas con discapacidad, sea la que sea, puedan vivir su sexualidad plenamente. Y por qué dejar de renunciar a esos límites que a veces somos el resto, los que se los ponemos