El reconocimiento de la depresión post-parto como un problema médico que afecta a muchas mujeres después de alumbrar ha sido un proceso que ha durado casi 50 años. Este estado depresivo aparece poco después del parto y suele durar aproximadamente dos semanas.
La sociedad médica empezó a reconocer los síntomas de la depresión que algunas mujeres experimentan después de dar a luz hace 50 años. Las ganas de llorar sin causa aparente, los cambios de humor bruscos y la irritabilidad que aproximadamente un 70 por ciento de las madres recientes padecen no es una depresión clínica y normalmente desaparece a las dos semanas de tener el bebé. Pero de este 70 por ciento, a un diez o veinte por ciento de mujeres se les diagnostica depresión post-parto. Según el doctor Paul Applebaum, psiquiatra y presidente de la American Psychiatric Association, una o dos de cada mil madres recientes experimentan psicosis junto con la depresión post-parto, e incluso hasta pueden llegar a sufrir alucinaciones en casos muy extremos. «Algunas mujeres llegan a oír voces que les dicen que tienen que hacer daño al bebé porque está poseído por el demonio y que tienen que matar al bebé para eliminar al maligno», explica Applebaum.
El psiquiatra añade que el 50 por ciento de mujeres que experimentan este tipo de depresión post-parto tan severo con el primer hijo acostumbran a padecerla en los partos posteriores. Para el doctor Applebaum, sería consecuente que las mujeres que han padecido la depresión de esta manera tan extrema se plantearan seriamente tener otro hijo por las consecuencias que en ellas puede tener.
Los síntomas de la depresión post-parto no son como los de otros desórdenes depresivos, según afirma el doctor Applebaum. Se considera que una mujer tiene una depresión post-parto severa cuando el estado de desánimo dura más de dos semanas o bien cuando aparece un mes o dos después del parto. Los síntomas más frecuentes son pérdida de apetito, dificultad para conciliar o mantener el sueño, falta de interés en el recién nacido y en las tareas diarias. El tratamiento de este tipo de depresión consta de antidepresivos, dependiendo de si la madre esta amamantando al bebé, y de terapias de grupo. Pero si la madre padece psicosis post-parto la terapia farmacológica es el camino a seguir, según el doctor Applebaum. Aunque no hay evidencias finales, se cree que la depresión post-parto es debida a alteraciones hormonales, como sucede con los ciclos menstruales.
¿Como ayudar?
El papel de la pareja y la familia es fundamental para el manejo adecuado de una depresión post-parto no severa. Lo que los allegados a la mujer que acaba de dar a luz pueden hacer para mitigar los estragos de la depresión es, sencillamente, compartir las tareas diarias que envuelven al bebé. De esta manera, la nueva madre no sentirá al recién nacido como una carga y lo más importante, ser capaz de escucharla con atención durante las crisis de llanto o los momentos de ansiedad. Preguntar en todo momento cómo se encuentra, si desea estar sola o acompañada cuando llegan los momentos de crisis y también ser cuidadoso con lo que se dice o hace, ya que muchas mujeres con crisis post-parto necesitan que se acepte su estado en lugar de intentar negarlo o disiparlo para restarle importancia.
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