Con la vuelta al colegio y los deberes los niños vuelven también a la gran carga de sus pesados libros en las mochilas. Los problemas de espalda pueden empezar a surgir desde una temprana edad y existe una relación directa entre los dolores de espalda y hombros con el peso excesivo que suelen transportar en sus mochilas. Esta carga no debería superar el 10 por ciento del peso corporal del niño. Así, un niño de 25 kilos, no debería llevar más de 2,5 kilos bajo sus hombros.
Cada vez son más los niños y adolescentes que sufren problemas de espalda. Auqnue antes de los ocho años el dolor de espalda es muy infrecuente, entre los 13 y los 15 años, la frecuencia es similar a la de los adultos. El estudio epidemiológico más amplio realizado sobre el dolor de espalda en los adolescentes demuestra que el 51 por ciento de los chicos y el 69,3 por ciento de las chicas ya lo ha padecido antes de los 15 años.
Esta situación constituye un serio problema, puesto que además de limitar la práctica de sus actividades diarias, aumenta significativamente el riesgo de que padezcan estos dolores de forma crónica y sufran restricciones en su vida cotidiana.
La educación es la base para disminuir estos problemas. Los escolares deben aprender las normas de posturas, higiene postural y aprender a realizar ejercicios apropiados para intentar eliminar las molestias, especialmente, a partir de los doce años, edad a partir de la que comienza a aumentar la frecuencia de los dolores de espalda.
Las cargas excesivas sobre la espalda suponen el principal factor de riesgo para sufrir dolores lumbares. Los especialistas señalan que hay que evitar transportar más del 10-15 por ciento por ciento del peso corporal en material escolar. Sin embargo, también recuerdan que más que el peso de la mochila en sí mismo, lo que se asocia a un mayor riesgo de padecer dolor de espalda es que exceda o no la capacidad física del escolar
Más consejos
En principio, si un niño está sano y lleva la mochila adecuada a su peso y volumen no hay problema, la puede llevar perfectamente. Pero además deben llevarla bien colocada, teniendo en cuenta que si la llevan muy baja les llega a la región sacra y afecta a la columna lumbar. También es muy negativo si la llevan sólo sobre uno de sus hombros, como es moda.
El cuidado de la espalda de los niños hay que hacerlo extensivo a todas las actividades de su vida cotidiana. A la hora de estar acostado, estar de pie, cargar peso, levantarse o sentarse o estar inclinado (por ejemplo al lavarse los dientes).
Al sentarse es fundamental que el niño vigile la altura y el respaldo de la silla y que al trabajar con el ordenador, la pantalla esté justo a la altura de sus ojos. También estar más de tres horas diarias frente al televisor es muy perjudicial.
El calzado es otro elemento importante; hay que evitar tanto los zapatos de tacón extremadamente alto como los extremadamente planos, especialmente si se tienen problemas de rodilla. La altura del tacón adecuado sería entre 1,5 y 3 centímetros. Por último, la práctica de determinados deportes, como puede ser la gimnasia, sobre todo en niñas altas y delgadas, suponen un mayor riesgo para su espalda.
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