Violencia de género: ¿Un problema sexual?

10Mar. 08

Se calcula que en España 1.800.000 mujeres viven en situación de riesgo con sus parejas. A pesar de las nuevas políticas de prevención, la violencia de género aún es una lacra demasiado importante que arrastra nuestro país. Debido a la creciente preocupación, expertos en sexología han apuntado hacia un posible desencadenante de estos comportamientos: la mala salud sexual.

En referencia a esta idea, Miguel Ángel Cueto, presidente de la asociación española de especialistas en sexología, ha argumentado: «La sexualidad es un indicador de salud, tanto física y emocional como de las relaciones de pareja; de hecho, a mayor atención a la pareja, preocupación por su placer, atención de sus necesidades sexuales, mayor es el respeto y, por tanto, menor es la probabilidad de usar la violencia para conseguir controlar o abusar de la pareja».

Sobre todo violencia psicológica

En este sentido, los expertos reconocen que los problemas sexuales están en muchas ocasiones detrás de este tipo de violencia, sobre todo la de tipo psicológico. «La violencia psicológica es la más frecuente en el seno de una pareja», afirma Miguel Ángel Cueto. «Hemos observado que las mujeres no consideran la violencia sexual cuando sus parejas les obligan al débito conyugal; es como si, aunque no disfrutaran, hubieran aprendido a asumir un papel de no disfrute, algo absolutamente inaceptable», asegura.

Para este experto, no cabe duda que «para atajar este problema de raíz, es imprescindible que la mujer asuma su propia sexualidad como un indicador eficiente de su salud, valorando el termómetro de su sexualidad como un marcador de la salud de la pareja».

Educación sexual

Por este motivo, la sexóloga Miren Larrazábal subraya la necesidad de proporcionar una buena educación sexual desde pequeños. Así, recuerda: «los profesionales llevamos luchando para que la educación sexual se incluya de pleno derecho en la educación de nuestros hijos; el sexo es salud, y como tal, requiere una información y educación adecuada a lo largo del periodo de educación obligatoria».

Consecuencias graves

Los efectos y secuelas de la violencia de género en la mujer son múltiples, pero un estudio reciente, en el que han participado diversas universidades españolas, refleja, además, que las mujeres que sufren violencia doméstica experimentan un leve deterioro cognitivo que se agrava con la prolongación del tiempo que se mantienen los maltratos (siendo especialmente importante después de más de 10 años).