Una de las causas del desarrollo del cáncer de colon es, sin duda, la herencia genética. Sin embargo, el papel que juega la dieta cada día cobra mayor importancia. Unos hábitos de vida poco saludables que incluyan una dieta pobre en fibras y fruta pueden originar este tipo de cáncer.
El efecto protector de una dieta rica en fibra y fruta se justifica con la capacidad de estos alimentos para aumentar el volumen y la velocidad de las heces, lo que, a su vez, logra reducir la concentración y el tiempo de exposición a carcinógenos en el intestino.
Durante el Onco Maratón Informativo, celebrado recientemente en San Sebastián, con motivo del 4º Encuentro de Oncología y Comunicación diversos expertos coincidieron en destacar la importancia de seguir unos hábitos alimenticios saludables para prevenir ciertos tipos de cáncer como el de colon, mama o próstata.
A este respecto, el doctor Cassinello, jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitario de Guadalajara, manifestó que «el cáncer de colon es un tumor igual de frecuente en hombres que en mujeres» a la vez que insistió en «la relación directa entre una dieta pobre en fibra y fruta y este tipo de cáncer».
Por el contrario, «una dieta con excesiva composición de carnes rojas, azúcares refinados y grasas saturadas puede favorecer la incidencia de estos tumores», afirmó el doctor José Luis García Puche, del Hospital San Cecilio de Granada.
Un estudio la Sociedad Americana del Cáncer de Atlanta (Estados Unidos), publicado recientemente el Journal of the American Medical Association (JAMA), demostraba que el consumo a largo plazo de carne roja y procesada estaba asociado con un aumento de hasta un 71 por ciento del riesgo de sufrir cáncer distal de colon (cáncer colorrectal).
Hábitos saludables para prevenir el cáncer de colon
Junto con la predisposición genética, algunos hábitos poco saludables también podrían ser la causa de la aparición de esta enfermedad. Por ello, los expertos aconsejan: no abusar del alcohol ni del tabaco, evitar el sobrepeso y la obesidad, llevar una alimentación sana, realizar ejercicio adecuado a la edad y de forma regular.
En cuanto a la alimentación: no se debe abusar de las comidas ricas en grasas, conviene disminuir el consumo de carnes rojas en beneficio del pescado o el pollo, así como aumentar la ingesta de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra.
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