02Abr. 02
Un grupo de doctores en Irlanda evaluó la eficacia de preguntar a las mujeres en su consulta sobre violencia en la pareja y detectar el miedo al compañero y comportamientos de dominación, como un primer estadio que ayude a detectar y prevenir casos de violencia doméstica.
Un estudio del Departamento de Salud Comunitaria del Hospital de Adelaida y Meath en Dublin, Irlanda, ha concluido que serían muy útiles programas de detección precoz de violencia doméstica desde la Atención Primaria ya que un gran porcentaje de mujeres víctimas de esta violencia no busca ayuda.
El estudio, coordinado por la doctora Fiona Bradley y publicado en el British Medical Journal , tenía el objetivo de determinar la exposición de las mujeres a la violencia psicológica o física del compañero o esposo desde la consulta generalista, además de determinar características personales y demográficas de las víctimas y la opinión de las pacientes frente a esta iniciativa. Para ello contaron con 22 doctores de Atención Primaria que evaluaron a 1.871 mujeres para determinar qué porcentaje había experimentado violencia doméstica, la gravedad de esa violencia y el contexto en el que ocurrió.
Los resultados han sido ciertamente preocupantes. De las 1.692 mujeres que habían mantenido alguna relación de pareja, más del 38 por ciento había experimentado comportamiento violento por parte de su compañero. Y de ellas, sólo un 12 por ciento había sido interrogada por un médico sobre el tema. Sin embargo, en la mitad de estos casos habían llegado a ser agredidas y de ellas, sólo en uno de cada cinco casos las víctimas habían hablado del tema con su médico de cabecera.
Por otra parte, cerca de un 70 por ciento de las 1.871 mujeres explicaron sufrir el comportamiento dominante de su compañero y un 28 por ciento confesó que en algún momento de su vida había sentido miedo de alguno de sus compañeros. Por todo ello, el 78 por ciento de las mujeres encuestadas consideró acertado que el médico de familia anime a hablar a las mujeres sobre el tema e intente detectarlos. Según estimaciones del estudio, las mujeres que finalmente denunciaron los hechos a su médico tenían hasta 32 veces más miedo a su compañero que las que escogen silenciar su problema.
La conclusión de los autores del estudio es que la incidencia de la violencia doméstica es tan grande (casi dos de cada cinco mujeres la sufren), que se debería plantear el poner en marcha una rutina de interrogación desde la atención primaria para detectar el miedo al compañero y el comportamiento dominante, como primer paso hacia la prevención de los casos de violencia doméstica.
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