Tratamientos para la vejiga hiperactiva

Los síntomas de la vejiga hiperactiva son el aumento de la frecuencia miccional (más de 8 veces al día), urgencia urinaria e incontinencia por urgencia.

El síndrome de vejiga hiperactiva, un trastorno que se engloba dentro de los problemas de incontinencia urinaria, afecta a entre el 11 y el 18 por ciento de la población española, según el profesor titular de Urología de la Universidad de La Laguna, David Castro.

Los síntomas de la vejiga hiperactiva son el aumento de la frecuencia miccional (necesidad de orinar más de 8 veces al día), urgencia urinaria (necesidad repentina de orinar) e incontinencia por urgencia (pérdidas involuntarias de orina asociadas a la urgencia).

Esta patología, que es más común en las mujeres y aumenta con la edad, «afecta a la calidad de vida de estos pacientes que ven limitadas sus actividades sociales por la necesidad de ir al baño permanentemente y de manera imprevisible», explica en una entrevista a Europa Press, este experto que equipara la repercusión que tiene en el día a día a la que sufren los enfermos de diabetes.

El diagnóstico del síndrome de vejiga hiperactiva se lleva a cabo por exclusión, cuando no hay ninguna causa conocida que provoque los escapes de orina, y el tratamiento, añade, «siempre es un proceso escalonado que comienza siendo conservador, después farmacológico, y cuando falla se inyecta toxina botulínica o neuromodulación».

Hasta ahora, el principal tratamiento de esta patología es conservador e incluye un cambio en los estilos de vida –como el abandono de los productos irritantes como el café o el alcohol, o la práctica de ejercicio físico– y una reeducación de la vejiga, mediante ejercicios de suelo pélvico o tratando de retener o aguantar las ganas cada vez que viene el deseo.

Si este abordaje conservador no hace efecto se recurre al tratamiento farmacológico, en el que en los últimos años se han producido importantes avances gracias a la aparición de un nuevo medicamento que evita los efectos secundarios que causan los actuales.

Este experto hace referencia a ‘Bermiga’ (mirabegrón), un tratamiento oral para la vejiga hiperactiva desarrollado por Astellas Pharma, aprobado en Europa pero aún no disponible en España que ha demostrado ser beneficioso tanto para pacientes que nunca habían recibido tratamiento como para aquellos que habían suspendido su tratamiento con antimuscarínicos.

Hasta la llegada de este fármaco, la primera novedad en 30 años en el tratamiento, la única clase de tratamiento oral para los síntomas de vejiga hiperactiva disponible en Europa eran los antimuscarínicos, que «son efectivos pero tienen el problema de que tiene problemas adversos como sequedad en la boca y estreñimiento».

En cuanto a las últimas alternativas, el debate actual se encuentra en qué debe administrarse primero: la toxina botulínica o la neuromodulación; en su opinión es que «hay que individualizar las terapias, no se puede dar una regla general para todos los pacientes».