Se publican en la revista científica «Hipertensión» los estudios COROPINA y COREVALÚA

Estos trabajos ponen de relieve que la percepción de los médicos respecto al grado de control de sus pacientes hipertensos es sensiblemente mayor que el registrado en estudios observacionales previos. Para los médicos españoles las tres medidas más eficaces para mejorar el control de la hipertensión están condicionadas al aumento de personal asistencial, a la corresponsabilización del paciente en el control de su enfermedad y a que éste conozca el beneficio del cumplimiento terapéutico.

Un 57,9 por ciento de los pacientes con enfermedades cardiovasculares presenta, al menos, un factor de riesgo modificable. Entre otros, la hipertensión arterial (HTA) destaca sobre los demás factores por su relevancia a la hora de padecer patologías coronarias, ictus y otros eventos cardiovasculares. Sin embargo, diversos estudios realizados en España muestran cómo sólo un tercio de los pacientes diagnosticados y tratados farmacológicamente alcanzan los objetivos de presión arterial recomendados en las guías de práctica clínica.

El tabaquismo, el sobrepeso y el exceso de fármacos asociados a la pluripatología de algunos pacientes se perfilan como las tres causas con mayor peso asociadas a la falta de control de la hipertensión. Ésta es la conclusión a la que llegan los estudios COROPINA y COREVALÚA, enmarcados dentro del programa CORRESPONDE. Asimismo, la falta de conciencia respecto de la propia enfermedad y el deterioro personal según las condiciones psicofísicas de los pacientes dificultan sobremanera el control de la HTA.

El programa CORRESPONDE, que cuenta con el reconocimiento de sociedades científicas y autoridades sanitarias, es una experiencia novedosa de alcance nacional que nace para fomentar la corresponsabilidad médico-paciente en la prevención cardiovascular y en la mejora del control de los factores de riesgo, reduciendo así la morbi-mortalidad de esta patología.

La Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) y el Instituto de Salud Carlos III participan desde el inicio en el desarrollo e implantación de este programa -iniciativa de Novartis Farmacéutica-, que cuenta además, con el reconocimiento y apoyo del Foro Español de Pacientes.

COROPINA es una investigación prospectiva basada en el método Delphi que involucró a 1.169 médicos que ejercen en el Sistema Nacional de Salud. Asimismo, COREVALÚA es un sondeo de opinión a 1.402 profesionales de un perfil similar.

Factores que dificultan el control del la HTA

En España se calcula que del 49 al 50 por ciento de los pacientes hipertensos no completa el tratamiento farmacológico, y del 70 al 80 por ciento no sigue las medidas higiénico-dietéticas recomendadas.

«El grado de control ha ido mejorando en los últimos años pero, a pesar de ello, no llega al 20 por ciento de la población general y está entre el 30-35 por ciento en la población atendida en atención primaria», comenta el doctor Pedro Armario, del Servicio de Medicina Interna del Hospital General de L´Hospitalet.

La falta de conciencia de su propia enfermedad, el deterioro personal según las propias condiciones psicofísicas o el bajo nivel sociocultural del paciente hipertenso contribuyen de manera principal a que la HTA sea un factor modificable de enfermedad cardiovascular no controlado en nuestro país. El sedentarismo y la obesidad completan el listado de factores que mejor explican la falta de control de la HTA a juicio de los profesionales encuestados.

Una de las principales medidas para la mejora del control de la hipertensión como factor de riesgo cardiovascular pasa por incrementar los recursos sanitarios destinados a este efecto, así como el nivel de implicación de los profesionales sanitarios dedicados a la consecución de este objetivo.

Medidas potencialmente eficaces: relación de confianza entre médico y paciente

Una vez conocidos los factores implicados en el mal control de la enfermedad, los estudios COROPINA y COREVALÚA establecen las medidas que podrían resultar eficaces para solventar el problema de la HTA.

Corresponsabilizar al paciente en el control de su propia enfermedad es una de las claves para mejorar la situación actual. «Lograr que el paciente conozca el efecto beneficioso para su salud del cumplimiento terapéutico y consensuar con él desde el principio los objetivos que se deben alcanzar, contribuirá en gran medida a incrementar su nivel de responsabilidad en cuanto a la propia enfermedad», comenta el doctor Armario.

La consecución del objetivo de corresponsabilidad médico-paciente pasa por establecer una relación de confianza entre ambos, ampliar la duración de las consultas médicas según las necesidades del enfermo, prescribir pautas de tratamiento farmacológico sencillos y promover hábitos de vida saludables entre los usuarios del sistema sanitario.

«Implicar al personal de enfermería y a los profesionales farmacéuticos en coordinación con el médico y el paciente es, de igual modo, vital para lograr el objetivo último», confirma el doctor Armario. En este sentido, se ha demostrado la eficacia de los programas de automedida de la presión arterial (AMPA).