"Cuando el culpable de la muerte es la misma persona que muere, aceptamos dicha muerte. No ocurre lo mismo cuando la culpabilidad se puede imputar a otra persona". Con estas palabras el doctor Juan José Rodríguez Sendín, Presidente de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), explica las situaciones en las que los pacientes imputan una muerte a unas determinadas consecuencias, a algo que presuntamente ha generado su médico por un determinado tratamiento o una intervención. En este sentido, el presidente de la SEMG considera que los médicos "nos sentimos excesivamente vigilados, excesivamente controlados" y esta vigilancia "no es del todo justa".
En personas diferentes, «un mismo tratamiento puede tener diferentes respuestas», explica el doctor Manuel Sánchez García, Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Salamanca. «Muchas veces se tacha de error médico lo que no es error médico». Según el doctor Sánchez, se tiende a confundir fácilmente lo que es un error médico con lo que son «respuestas de organismos». «La Medicina es una ciencia biológica, no una ciencia matemática», comenta al respecto.
«El enfermo sigue acudiendo al médico con confianza de que va a encontrar aquello que busca», señala el doctor Salvador Juárez Alonso, Coordinador de Urgencias del Hospital de la Paz. La sociedad confianza en el médico, según el doctor Juárez. En este mismo sentido, Don José J. Jiménez, Magistrado presidente de la sección primera del Tribunal de lo Social de Madrid, opina que la sociedad es «un poco dura con los médicos», pero no más que con otros colectivos.
Para Don José J. Jiménez, la clave está en la relación que se establezca entre el médico y el paciente. La sociedad será dura con el médico cuando «el paciente acude a una medicina colectivizada», comenta. Debemos entender por medicina colectivizada «aquella en la que no hay una relación de carácter personal inmediato entre médico y paciente», explica. En este tipo de vínculo, la sociedad puede llegar a ser «incluso salvaje» con los médicos, según Don José J. Jiménez. Sin embargo, cuando la relación médico – paciente es más personal, tiene más de intimidad y de confianza, la sociedad será mucho menos dura.
La sociedad es excesivamente dura con los médicos en los casos en los que se produce un presunto error médico, comenta el doctor Sánchez. Ante estas situaciones, algunos profesionales de la medicina critican el trato que reciben de los medios de comunicación. La crítica fundamental es que no se respeta el anonimato de un médico que se ha visto implicado en alguno de estos sucesos. «En caso de terroristas o traficantes, en la prensa sólo aparecen las iniciales, en cambio en los casos de médicos aparecen nombres y apellidos», critica el Doctor Sánchez.
Los medios de comunicación, como creadores de corrientes de opinión, son, según algunos profesionales de la salud, los que contribuyen a crear una cierta desconfianza en el médico. En este sentido, Don J.J. Jiménez habla también de las «corrientes sociales». «Vivimos en una sociedad en que todo el mundo pretende que la culpa sea de otro». Este «juego general de culpar a otro», en el caso de la medicina, consiste en desplazar la responsabilidad de una enfermedad al médico y «si la culpa de mi enfermedad la tiene el Insalud que tiene más dinero, muchísimo mejor», comenta irónicamente. «Estamos fabricando una especie de bola según la cual yo nunca soy responsable de nada».
Por su parte, el doctor Sánchez opina que «la mayor parte de la sociedad confía en nosotros», cosa de la que «podemos estar orgullosos», añade. Pero ante todo, el doctor Sánchez declara que no hay que olvidar que «en la Medicina no nos jugamos lo mismo que un abogado, un juez, un conductor de autobuses o un ingeniero de caminos». «Nos estamos jugando la salud, la vida en algunas ocasiones y el buen quedar». Así, el interés de los profesionales de la Medicina en «no tener ninguna tara posterior después de una intervención» es probablemente superior en los médicos que en otros profesionales, ya que, entre otros motivos, los profesionales de la salud «tratamos con una persona humana, con una salud, con una vida».
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