¿Por qué lloran los hombres, por qué lo hacen las mujeres?

06Mar. 01

"La experiencia de llorar no ha recibido mucha atención", se lamenta la doctora Maguire, quien ha dirigido un estudio con 57 mujeres y 30 hombres para caracterizar este acto hoy. El método consistió en hacerles responder el Cuestionario del Llanto Adulto (IASQ) ideado por Vingerhoets. En total 131 preguntas que tratan las situaciones y estados de ánimo que les llevaron al llanto por última vez y los sentimientos que vivieron entonces.

La pérdida de un ser querido o de una pareja emocional fue la causa más citada tanto por hombres como por mujeres, ellos en un 40% y ellas en un 26% de los casos. Pero en el resto de causas difieren. Un 22% de las mujeres también citaron un «conflicto» y un 9% narraron un «malestar consigo mismas», dos causas de las que ninguno de ellos habló. Por el contario, ellos citaron haber llorado al ser testigos de un evento positivo (sobre todo deportivo) en casi un 30% de los casos, mientras que sólo lloraron por este motivo un 2% de las mujeres encuestadas. ¿Ellas lloran menos de alegría?

Una de las conclusiones de Maguire es que estas diferencias también podrían reflejar una mayor predisposición de las mujeres a hablar de sus sentimientos. Las mujeres parecen poder acceder a episodios de llanto más recientes en la memoria, describiéndolos exactamente, o parecen más predispuestas a describir las causas de sus episodios de llanto. Sin embargo, los hombres encuestados cayeron en «agujeros negros», apelaban a que eran episodios distantes en el tiempo y su narración a estaba a menudo oscurecida por estereotipos.

Ellas sienten más

Pero la doctora Maguire cree que realmente la experiencia de llorar es más compleja en las mujeres. Por ejemplo, mientras ella citaron un mayor número de sentimientos vividos durante el llanto (alegría, miedo, autocompasión, impotencia, enfado, euforia, júbilo y frustación, principalmente), la expresión más utilizada por los hombres fue simplemente el «estar tocado».

Las razones de estas diferencias son poco claras, y la doctora Maguire se decanta por que se deben a factores socio-culturales y no genéticos. La función del llanto, por ejemplo, también difiere en hombres y mujeres. Para ellas, suele ser la canalización de una emoción o un problema que les lleva a la obtención de un apoyo social (Buss llega incluso a hablar de una forma de manipular a las personas de su entorno). Pero la doctora Maguire cree que este punto aún no se ha demostrado.

Todos lloran a solas

Ambos sexos coinciden en llorar a solas. Así lo confiesan el 25% de los hombres y el 36% de las mujeres encuestados por la doctora Maguire. Sólo un 24% de ellos y un 32% de ellas narraron que lloraron delante de alguien, normalmente la pareja, un miembro de la familia o un amigo. Pero difieren en algo curioso. Mientras los hombres no se mostraron satisfechos del apoyo recibido por la otra persona (la mayoría opinan que les ignoró), las mujeres afirman que la presencia de esa persona fue reconfortante. Para Maguire, el que ambos elijan llorar a solas sugiere, pues, que el llanto es una función de canalización de tensiones más que una función de obtención de apoyo social como sugería antes Buss.

Esta psicóloga interpreta las pocas emociones descritas por los hombres como un indicio de que, o bien son más selectivos que las mujeres al escoger las situaciones en las que llorar, o bien tienen un rango menor de situaciones como aceptables para llevarles al llanto, una característica común en los estudios de varios países.

Los interrogantes que la doctora Maguire lanza ahora son cúales son las diferencias culturales en el llanto de hombres y mujeres de diferentes países, por qué la experiencia de llorar solo es cuantitativamente diferente a llorar con otros y aclarar si hay una asociación entre las causas del llanto y el elegir hacerlo a solas o en compañía.