Niños bilingües, sin problemas

25Mar. 02

Investigadores alemanes, en colaboración con un especialista español, han determinado que el aprender dos idiomas durante la infancia no conlleva un retraso en el aprendizaje del niño, pues se activa un mecanismo de procesamiento del lenguaje en el cerebro más sofisticado.

Un artículo en la revista Nature descarta la hipótesis de que el aprendizaje de dos lenguas simultáneamente durante la infancia causa en los niños confusión y retraso en el aprendizaje. Al contrario, según el estudio, cuanto antes se inicia la enseñanza de los idiomas mejores son los resultados, pues provoca que el proceso del lenguaje se desarrolle mediante otro mecanismo cerebral más eficiente.

El estudio Language: in two minds ha sido elaborado, entre otros, por el investigador de la Universidad de Barcelona, Antonio Rodríguez-Fornells, experto en neurociencia cognitiva y ha sido coordinado por Thomas F. Münte, de la Universidad Otto von Guericke de Alemania.

Las conclusiones del estudio coinciden con otros trabajos internacionales sobre la adquisición y selección de la lengua en bebés y niños bilingües, los cuales presentan un rendimiento totalmente equiparable al de los niños monolingües.

Además, los investigadores han concluído que, cuanto antes se inicie el aprendizaje bilingüe, mejores serán los resultados y las habilidades adquiridas para filtrar, seleccionar y hacer un uso eficaz de cada lengua durante el proceso de comunicación.

El estudio tomó como punto de partida a estudiantes españoles que residían en las universidades alemanas de Hannover y Magdeburg, la mitad de los cuales eran ya bilingües pues hablaban castellano y catalán, y el resto conocían únicamente el castellano. Como requisito previo, estos jóvenes bilingües debían conocer el idioma desde la infancia en un entorno social bilingüe, una situación diferente a la que viven las personas que estudian otro idioma a partir de la edad de escolarización.

A diferencia de otros estudios conductuales o lingüísticos, esta investigación ha recogido sus datos mediante pruebas electrofisiológicas y de neuroimagen. Estas sofisticadas técnicas ha permitido observar la respuesta eléctrica del cerebro y cronometrar los procesos cognitivos en tiempo real, ante diferentes estímulos como, en este caso, las palabras.

Durante las pruebas, los voluntarios tenían que reaccionar únicamente ante las palabras que reconocían como propias de una lengua pero no las de un idioma que no conocían o con errores léxicos. La gran aportación del estudio es que los investigadores observaron que las personas bilingües procesan el lenguaje de forma diferente a los monolingües, mediante un mecanismo más sofisticado y eficiente.