Neuroestimulador medular, un dispositivo clave para tratar el dolor crónico

Todo lo que debes saber sobre el neuroestimulador medular, un dispositivo clave para tratar el dolor crónico que no responde a otros tratamientos médicos.

Un neuroestimulador medular es un dispositivo electrónico que se implanta en el cuerpo para tratar el dolor crónico que no responde a otros tipos de tratamiento médico. El neuroestimulador medular tiene un tamaño parecido al de un reloj. Normalmente se coloca mediante una operación quirúrgica en la parte baja del abdomen o en los glúteos.

¿Cuál es su mecanismo de acción?

La acción de un neuroestimulador medular genera suaves impulsos eléctricos que se transmiten por medio de unos cables hasta el espacio epidural dentro de la columna vertebral. Estos impulsos interceptan los mensajes de dolor antes de que lleguen al cerebro para que la persona no perciba el estímulo doloroso.

Los impulsos eléctricos generados por el dispositivo tienen una frecuencias entre 40 y 60 Herzios. No produce ningún ruido. Son programables y cada paciente puede ajustar la intensidad de los impulsos usando un mando controlador.

¿Quién puede utilizarlo?

La técnica del neuroestimulador medular está indicada en las personas que sufren dolor crónico, sobretodo de tipo neuropático, es decir, por una lesión que afecta a las fibras nerviosas, y ese dolor se manifiesta en la espalda, el cuello, los brazos o las piernas durante más de seis meses.

Un paciente que sea candidato al tratamiento neuroestimulador puede probar la terapia durante un período corto de tiempo (de 3 a 10 días) en fase de prueba, antes de recibir un implante permanente.

¿Cuáles son sus efectos beneficiosos?

Un neuroestimulador medular produce una sensación que es variable en cada persona. Los estudios al respecto muestra un resultado de disminución del dolor de al menos un 50%, es decir, que la persona siente como mínimo la mitad del dolor que sufría antes del tratamiento.

Lo habitual es sentir un hormigueo suave en la zona del dolor.

El neuroestimulador no elimina la causa del dolor ni cura la enfermedad que lo provoca, sino que ayuda a disminuir las sensaciones dolorosas y tener una mejor calidad de vida.

Cuando los resultados son positivos, se logra controlar el dolor crónico y el médico puede plantear reducir o retirar progresivamente el tratamiento farmacológico.

¿Tiene efectos secundarios?

Un neuroestimulador medular puede tener riesgos y efectos secundarios igual que cualquier tratamiento médico o quirúrgico. Las principales complicaciones pueden ser infecciones o hematomas.

También puede ocurrir alguna deficiencia en el dispositivo o en los cables que precise una reprogramación o sea necesaria una segunda intervención para reemplazar o recolocar algún componente.

Otros efectos secudarios frecuentes son:

  • Estimulación intermitente o que no logre controlar el dolor de forma permanente

  • Estimulación en una zona inadecuada si se mueven los electrodos

  • Molestias desencadenadas por la neuroestimulación

  • Dolor en el lugar de la implantación del dispositivo

  • Problemas propios del funcionamiento del dispositivo.

De forma más rara puede ocurrir una lesión en la médula espinal por la colocación incorrecta del neuroestimulador medular.

¿Su implantación es definitiva?

Un neuroestimulador medular es un tratamiento reversible, es decir, si no es necesario o no produce una mejoría del dolor se puede retirar con una pequeña intervención quirúrgica.

_ Redacción: Doctora Sarai de la Fuente Gelabert_

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