La sociedad española está envejeciendo. Para discutir e intentar buscar soluciones a esta problemática que afecta no sólo a los mayores sino a toda la población en general, se ha celebrado una mesa redonda bajo el lema España: Los retos de una sociedad envejecida.
En la actualidad, un 15 por ciento de la sociedad es mayor de 65 años, concretamente 6.300.000 personas del total de la población de nuestro país. Según la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE), si todo sigue como hasta ahora España será el país con la población más longeva del mundo. Para debatir cuál será el futuro de esta población envejecida se ha celebrado en Madrid la mesa redonda España: Los retos de una sociedad envejecida , organizada por la fundación Pfeizer. El objetivo principal de la reunión ha sido debatir la situación actual del envejecimiento en nuestro país y plantear las necesidades futuras de esta realidad que afecta a toda la población, no sólo a los ancianos. El encuentro estuvo presidido por la Secretaria General de Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, que afirmó que este proceso progresivo de envejecimiento de la sociedad española, común en todos los países de la Unión Europea, «tendrá repercusiones no sólo en el sistema de producción social, sino también a nivel laboral, empresarial, familiar e institucional».
Los mayores españoles son mayoritariamente urbanos, viven en ciudades de más de 10.000 habitantes, el 85 por ciento tiene una vivienda en propiedad y suelen vivir mayoritariamente en familia, aunque un 15 aproximadamente está totalmente solo. Las zonas más envejecidas de nuestro país son Madrid y Barcelona. El número de personas mayores de 65 años que pueblan estas dos ciudades supera a la totalidad de los ancianos de Castilla León, Aragón, Castilla la Mancha y Extremadura, y principalmente son mujeres. En la actualidad, a partir de los 60 años hay una proporción de cinco viudas para cada viudo, presentando éstas un menor nivel económico.
Un aspecto destacado de este perfil es que el cinco por ciento del total de estos adultos ejercen, a su vez, de cuidadores de otros mayores o bien de niños, y un 60 por ciento de éstos dedican más de 60 horas semanales a estas tareas, por lo que representan un papel importante en la vida económica de las familias. Dancausa insistió durante la mesa redonda que uno de los aspectos más importantes a resolver es eliminar la dependencia que tienen muchas familias de estas personas y a las condiciones de vida actuales han creado. Por ello, afirmó que se debe «consolidar una atención socio-sanitaria de la dependencia desde el sector público que dé respuesta a las diferentes situaciones de dependencia».
Otro problema son los mayores que no pueden valerse por sí solos. Tres millones y medio de habitantes españoles son discapacitados y de éstos, dos millones son ancianos mayores de 75 años. Es la familia la que se ocupa de estos ancianos, lo contrario de lo que sucede en otros países europeos. Los centros de día, las residencias o los centros de ayuda domiciliaria solamente ocupan unas 8.000 plazas en España. Por otro lado, la tercera edad genera el 44 por ciento del gasto sanitario público en España. Un 30 por ciento es gasto de Atención Primaria, un 35 por ciento de gasto farmacéutico y un 47 por ciento corresponde al gasto en Atención Especializada. El Director General de Política Económica y de Defensa de la Competencia, Luís de Guindos, presente en la mesa redonda, afirmó que el paulatino envejecimiento de nuestra sociedad tendrá un impacto en el incremento del gasto sanitario, por lo que apeló a «un pacto de estabilidad de crecimiento del gasto, de cuatro o cinco años, que ofrezca tranquilidad al sector farmacéutico».
Además, de Guindos afirmó que el paulatino envejecimiento hasta el 2020 «permitirá a nuestro país prepararnos para este reto», y que en su opinión «el envejecimiento en nuestra sociedad es posiblemente el cambio estructural más importante que se está dando en España».
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