07May. 04
"Podemos decir con rotundidad que los campos electromagnéticos no producen cáncer dentro de los límites recomendados", señala el doctor Vicente Guillén, jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología y presidente del Comité Técnico de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
El Seminario Internacional sobre campos electromagnéticos, telefonía móvil y salud , organizado por la AECC, ha determinado que no existe ninguna evidencia científica que relacione la exposición a los campos electromagnéticos que producen las antenas de telefonía móvil y el cáncer, si se cumplen los niveles de emisión recomendados por las normativas europea y española (como ha manifestado el comité de expertos del Ministerio de Sanidad y Consumo en sus informes de los últimos años). Sin embargo, se va a seguir investigando en este área porque, como advierte el doctor Guillén, «la ciencia está en constante movimiento y la radiación electromagnética que tenemos hoy en día no es la misma que hace años».
Los participantes en el seminario han recordado también que el ser humano convive con aparatos que producen campos electromagnéticos desde hace muchos años (ordenador, radio, televisión, etc.) y la telefonía móvil sólo es responsable de entre el 0,5 y el dos por ciento del total de estas emisiones.
Por su parte, Michel Repacholi, coordinador de Salud Ocupacional y Medioambiental de la Organización Mundial de la Salud, señala que en la actualidad las investigaciones se enfocan en la población infantil para descubrir si los niños son más sensibles a los campos electromagnéticos que los adultos.
Encuesta a la población
Por otro lado, la AECC ha dado a conocer el estudio Campos electromagnéticos y salud: Información y percepción de riesgo en la población general , cuyos resultados muestran que los españoles asocian las antenas de telefonía móvil con el desarrollo de enfermedades, fundamentalmente cáncer (39 por ciento), pero también dolor de cabeza (15 por ciento) y trastornos de visión (11 por ciento). Más del 50 por ciento de los encuestados rechaza la instalación de este tipo de antenas cerca de su domicilio, mientras que aquellos que ya viven en las proximidades de una de ellas consideran que el riesgo para su salud es mayor que el de la población general. No obstante, según este estudio el 69 por ciento de los españoles no sabe lo que son los campos electromagnéticos y en la sociedad existe una demanda de información que sólo cubren las asociaciones de consumidores, puesto que las instituciones y los medios de comunicación no se ocupan suficientemente de ofrecer datos sobre estos riesgos.
Adrián Nogales, secretario General del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, afirma que es necesario que la sociedad sepa que «alejar las antenas de los centros urbanos desde el punto de vista sanitario también tiene sus problemas, porque nuestra terminal móvil tiene que emitir con más potencia». Asimismo, destaca que la normativa española en este campo es «muy exhaustiva, muy rigurosa y garante del ciudadano».
Respecto a la polémica sobre la aparición de varios casos de cáncer en zonas cercanas a antenas, el doctor Guillén advierte que «si uno saca la conclusión de un solo factor, probablemente la conclusión sea errónea», por lo que apuesta por atender a otros aspectos. Por ejemplo, recuerda que a menudo coinciden varios enfermos de cáncer «que se agrupan al azar» en un mismo punto, como ocurre con los linfomas.
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