Tres de cada cuatro españoles (75,3%) consideran que su estado de salud es bueno o incluso muy bueno, pese al aumento registrado de las enfermedades crónicas, el sedentarismo y la obesidad, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012.
Tres de cada cuatro españoles (75,3%) consideran que su estado de salud es bueno o incluso muy bueno, pese al aumento registrado de las enfermedades crónicas, el sedentarismo y la obesidad, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012. Se trata del valor más elevado desde que se realiza este estudio y supone un aumento de 5,3 puntos en relación a la última encuesta, correspondiente a 2006-2007.
El estudio, presentado este jueves por la secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas, y el presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Gregorio Izquierdo, se ha realizado a partir de 26.500 entrevistas y muestra también un descenso en el número de fumadores y un menor uso de la mayoría de los servicios sanitarios.
«Los españoles usan cada vez mejor los servicios sanitarios», ha resaltado la ‘número dos’ del Ministerio de Sanidad, que además justifica que los datos de percepción de salud y calidad de vida son «coherentes» con el aumento de la esperanza de vida que también se ha producido en estos últimos años.
LOS HOMBRES, MÁS CONTENTOS CON SU SALUD QUE LAS MUJERES
Según los datos de la Encuesta, los hombres están más satisfechos con su salud (79,3%) que las mujeres (71%). Además, la percepción del estado de salud disminuye con la edad ya que, mientras entre los menores de 24 años al menos el 90 por ciento dice estar bien o muy bien (los que más, los niños de 5 a 14 años, con un 93,5%), en el grupo de más de 85 años sólo el 32,1 por ciento de los hombres y el 29 por ciento de los hombres se ve bien o muy bien de salud.
En esta edición se ha explorado por primera vez la calidad de vida relacionada con la salud de la población adulta, teniendo en cuenta parámetros como la movilidad, cuidados personales, actividades cotidianas, dolor/malestar y ansiedad/depresión.
De este modo, los españoles puntúan su calidad de vida con un 77,9 en una escala sobre 100, siendo mayor la percepción de los hombres (79,8) que la de las mujeres (76,1).
La dimensión que presenta problemas con mayor frecuencia en el momento de la entrevista es el dolor/malestar, que afecta al 24,8 por ciento de la población de 15 y más años. El 3,9 por ciento sufre dolor fuerte o extremo (2,1% de los hombres y 5,7% de las mujeres) y otro 20,9 por ciento padece dolor o malestar moderado o leve.
Además, el 13,9 por ciento tiene problemas para caminar, el 10,9 por ciento manifiesta tener problemas para realizar las actividades de la vida cotidiana y un 6,1 por ciento para lavarse o vestirse.
El 53 por ciento de los mayores de 65 años declara no presentar ningún tipo de dependencia personal, ni para las tareas cotidianas ni de movilidad. La autonomía es también más frecuente en hombres (61,3%) que en mujeres (47,7%).
Más enfermedades crónicas, sobre todo en mujeres
La encuesta, no obstante, revela un aumento de las enfermedades crónicas, que afectan ya a una de cada seis personas mayores de 15 años, siendo las más frecuentes dolor de espalda (18,6%), hipertensión (18,5%), artrosis, artritis o reumatismo (18,3%), hipercolesterolemia (16,4%) y dolor cervical crónico (15,9%).
Las cifras muestran diferencias importantes según sexos en determinadas patologías, siempre en detrimento de las mujeres, como en el caso de las enfermedades reumáticas (que afectan al 25,1% de las mujeres y sólo el 11,1% de los hombres), el dolor de espalda cervical(21,9% en mujeres, 9,6% en hombres), migraña o dolor de cabeza frecuente (12,3% de las mujeres, 4,2% de los hombres).
De igual modo, otros trastornos como la depresión o la ansiedad también afectan al doble de mujeres (8,7% y 9,8% respectivamente) que a hombres (3% y 3,5%, respectivamente).
Además, en los últimos 20 años algunos trastornos como la hipertensión y la diabetes han experimentado un importante aumento: del 11,2 al 18,5 por ciento en el caso de la hipertensión y del 4,1 al 7 por ciento en el de la diabetes.
En cuanto al colesterol elevado, su prevalencia se ha duplicado, pasando del 8,2 al 16,4 por ciento de la población.
Todos ellos son factores de riesgo cardiovascular, como la obesidad, que afecta ya a 17 por ciento de la población adulta (el doble que en 1987, cuando afectaba al 7,4%), mientras que otro 37 por ciento tiene sobrepeso. En total, el 53 por ciento, más de la mitad de la población, tiene exceso de peso.
En este sentido, la secretaria general de Sanidad ha señalado que tener obesidad «no es estar enfermo», como tampoco lo es ser hipertenso o tener el colesterol elevado, ya que «su control permite tener un estado de salud bueno», como dice la encuesta.
Más sedentarios, menos fumadores
Además, cuatro de cada 10 personas (41,3%) se declara sedentaria (no realiza actividad física alguna en su tiempo libre), uno de cada tres hombres (35,9%) y casi una de cada dos mujeres (46,6%).
En cuanto a otros hábitos de vida como el consumo de alcohol y tabaco, se muestra un descenso en ambos casos. El 24 por ciento de la población adulta dice fumar a diario, frente al 26,4 por ciento de la última encuesta; el 3,1 por ciento es fumador ocasional, el 19,6 por ciento se declara exfumador y el 53,5 por ciento nunca ha probado el tabaco.
Aunque sigue siendo mayor el porcentaje de fumadores que de fumadoras (27,9%, frente al 20,2%), las diferencias entre sexos se atenúan entre los jóvenes de 15 a 24 años. Además, el descenso con respecto a la anterior encuesta el descenso ha sido más acusado en hombres (del 31,6 al 27,9%) que en mujeres (del 21,5 al 20,2%).
En lo que respecta al consumo de alcohol, también ha experimentado un ligero descenso aunque el 38,3 por ciento de la población dice beber al menos una vez a la semana (el doble de hombres que de mujeres).
También preocupa, según ha dicho Farjas, el consumo intensivo de alcohol entre los jóvenes de 15 a 34 años, ya que uno de cada 10 se expone mensualmente a los riesgos de este tipo de consumo, y uno de cada 20 cada semana.
Aumentan las visitas a hospitales de día, se estabilizan las demás
La utilización de los servicios sanitarios ha evolucionado a lo largo de las últimas dos décadas de manera incremental y ha experimentado crecimiento desde 1987, con una tendencia a la estabilización o ligero descenso desde 2003 para las consultas y la hospitalización y desde 2006 para la atención urgente. Solo se incrementa la utilización de hospital de día.
En el año 2012 el 82,3 por ciento de la población ha consultado al médico, el 28,3 por ciento ha utilizado los servicios de urgencias y el 7,9 por ciento ha estado hospitalizado.
La población que realizó una consulta médica en 2006 (83,8%) fue 13 puntos superior a la que acudía en 1987. Igualmente la asistencia urgente y la hospitalización, que se habían incrementado entre 1987 y 2006 del 12,3 al 30,8 por ciento y del 6,3 al 8,9 por ciento, respectivamente, presentan un ligero descenso.
La única modalidad de atención sanitaria cuya utilización se incrementa es el hospital de día, del 6,3 por ciento en 2006 al 6,9 por ciento en 2012. Esto se debe, según han explicado, a que procesos clínicos que hace unos años exigían un ingreso hospitalario, se resuelven actualmente de manera ambulatoria.
La mayoría de los medicamentos consumidos han sido recetados por un médico (los antibióticos, tranquilizantes, antiasmáticos y antialérgicos en más de un 95 por ciento de los casos).
Los fármacos para bajar el colesterol, los antihipertensivos y los antidepresivos, entre otros, son recetados por un médico en prácticamente la totalidad del consumo (siempre por encima del 99,5%). De la medicación consumida para los catarros, el dolor, la fiebre y los reconstituyentes, más del 20 por ciento es automedicada.
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