Las diez preguntas más habituales tras la detección de cáncer

La evolución de la enfermedad es la duda más frecuente entre los pacientes con cáncer. Le sisguen: averiguar los posibles tratamientos, preocuparse por la pérdida de fertilidad, afrontar el dolor...

Tras un diagnóstico de cáncer, surgen muchas preguntas a las que los pacientes buscan dar respuesta. Conocer el pronóstico de la enfermedad, averiguar los posibles tratamientos, afrontar el dolor, preocuparse por la pérdida de fertilidad o saber si es un tumor hereditario que puede reproducirse en otros familiares son las dudas más frecuentes que se presentan en las primeras fases de la enfermedad.

Las personas con cáncer tienden a implicarse en la toma de decisiones durante el proceso oncológico y hacen preguntas muy abiertas que les permiten estar bien informados sobre una enfermedad que afecta de manera global a todas las facetas de su vida. “Por eso, es fundamental que los especialistas sepamos dar las respuestas que ellos necesitan, adaptando siempre nuestros mensajes a cada persona”, explica la Dra. Sara Encinas, del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid.

Estas son las diez dudas más frecuentes a las que se enfrentan los pacientes en la consulta de su especialista:

1. ¿Cuál es el pronóstico de mi enfermedad? Los pacientes se preocupan por su futuro inmediato, a corto y a medio plazo. Por eso, los especialistas exponen la realidad de manera cercana y apostando por todas las alternativas disponibles en cada caso.

2. Mi cáncer es incurable, pero ¿hay algo que se pueda hacer? El hecho de que un tumor no tenga cura definida no significa que no haya opciones para alargar la vida de manera significativa y mejorar además la calidad de vida. Sí hay cosas por hacer.

3. ¿Cómo me pueden afectar los tratamientos? Aunque existen efectos secundarios derivados de la quimioterapia, los tratamientos se ajustan a cada paciente para minimizarlos. Además, todos son reversibles y tratables.

4. ¿Cómo puedo prepararme para la quimioterapia? Antes de recibir el tratamiento, el paciente recibe una descripción detallada de los potenciales efectos secundarios. Generalmente se recomienda visitar a un odontólogo porque algunas terapias repercuten en la salud bucodental y, al mismo tiempo, la salud bucodental puede repercutir en la evolución de la enfermedad.

5. ¿Hay algo que dependa de mí? El autocuidado, con una actitud positiva sin descuidar aspectos como la alimentación o la vida social son fundamentales para asimilar el diagnóstico y afrontar el proceso terapéutico.

6. ¿Es bueno el ejercicio físico? Desde un punto de vista médico, el ejercicio adaptado a cada paciente eleva las defensas del organismo y aumenta su resistencia física, ayudando a la recuperación y evitando posibles complicaciones del tratamiento.

7. ¿Puede estar en riesgo mi fertilidad? En los casos en que se prevé una posible pérdida de fertilidad, existen programas de preservación de óvulos o esperma para dejar abierta la posibilidad de una fecundación in vitro.

8. ¿Significa que mi familia también está en riesgo de cáncer? Aunque solo un 5% de los cánceres son hereditarios, esta es una de las dudas más frecuentes, especialmente entre los pacientes más jóvenes. Los casos más sospechosos de herencia genética son derivados a la Unidad de Consejo Genético, donde se realizará un estudio individualizado.

9. ¿Afectará el dolor a mi calidad de vida? El dolor es uno de los síntomas más limitantes, pero existen diferente opciones terapéuticas que ayudan sobremanera a controlar la sensación de dolor.

10. Soy familiar, ¿qué puedo hacer yo? El entorno más cercano es fundamental para ayudar al paciente a superar el cáncer por lo que familiares y amigos deben implicarse de forma activa en todo el proceso oncológico. Informarse y acompañar al paciente son labores fundamentales especialmente de la familia.