Desde el uno de octubre del 2001, la Tarjeta Sanitaria Individual (TSI) es de presentación obligatoria para obtener medicamentos con prescripción médica financiados por la Seguridad Social. En caso de no presentarla, el cliente deberá abonar íntegramente el precio del medicamento.
El uno de octubre del 2001 es la fecha de salida del nuevo proyecto del Servei Català de la Salut: la utilización de la TSI para adquirir medicamentos financiados por la Seguridad Social. Con este sistema se pretende personalizar los tratamientos y racionalizar el uso de los fármacos desde el punto de vista terapéutico y económico. La TSI es una tarjeta con una banda magnética en la que constan el nombre y apellido del usuario, el código de identificación personal y el de la comunidad autónoma y el número de identificación de la seguridad social del titular. El usuario deberá acudir con la tarjeta a su oficina de farmacia y presentarla, si no deberá pagar el precio íntegro del fármaco.
Los farmacéuticos comprueban que la TSI corresponda al usuario al cual se dirige la receta médica y recogen sus datos, así como el código de la receta y de la medicina dispensada. Los datos se integran en el sistema de información de la prestación farmacéutica. Según Joan Durán, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, «a algunas personas les sigue sorprendiendo que su farmacéutico le pida la tarjeta, ya que creen que es sólo cosa de su médico o enfermera. Pero a la mayoría les da una tranquilidad especial porque son conscientes de que esto permite que haya más seguridad, así como una atención más personalizada por parte del farmacéutico», y añade que para que el sistema tenga un alto porcentaje de éxito deben colaborar todas las partes implicadas. «Los ciudadanos no deben olvidarse la tarjeta en casa cuando vayan a la farmacia, y deben conservarla correctamente. Los médicos, las enfermeras y todo el personal administrativo de los centros de Atención Primaria deben hacer suyo este proyecto», termina Durán.
El uso de la TSI en Catalunya no es nuevo. Actualmente, las 2.050 farmacias de la ciudad de Barcelona y su provincia ya han adaptado sus sistemas informáticos a la TSI y en la mayoría de ellas ya se ha implantado su uso. Uno de los problemas que se prevén es que haya usuarios que acudan a la farmacia en busca de medicamentos para otra persona sin la tarjeta de ésta. «La TSI es personal e intransferible. Se debe acudir a la farmacia con la tarjeta correspondiente a la persona a la que se le ha prescrito el medicamento, que es al que consta en la receta», explica Duran. En todos los casos, el no presentar la tarjeta representa abonar el importe total del medicamento.
En estos momentos, todas las farmacias catalanas están informatizadas con tal de afrontar la obligatoriedad del uso de la TSI. El uso de esta tarjeta en las farmacias de Catalunya como documento de identificación empezó a llevarse a cabo en el mes de diciembre de 1999 en 18 farmacias de 13 municipios de esta comunidad autónoma. Más adelante, se fue extendiendo de forma progresiva a las ocho regiones sanitarias hasta llegar a todas las oficinas de farmacia.
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