La rinitis y el asma, parte de la alergia

07Nov. 03

La rinitis reduce la calidad de vida y además lleva asociado un riesgo de desarrollar otras enfermedades alérgicas como el asma. Uno de cada diez españoles padece rinitis alérgica, aunque este porcentaje sigue en aumento. Según los expertos, tanto esta dolencia como el asma son manifestaciones de una misma enfermedad, la alergia, y no dos enfermedades aisladas.

Ésta es una de las conclusiones que se pone de manifiesto en el documento de consenso titulado La rinitis alérgica y su impacto sobre el asma (ARIA), en el que han colaborado 55 sociedades científicas de todo el mundo, entre ellas la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). La rinitis alérgica es la enfermedad alérgica más frecuente, y su incidencia es cada vez mayor en las sociedades occidentales.

No es una enfermedad grave, pero puede resultar muy molesta. A pesar de ello, es considerada por muchos como un proceso banal que hasta llega a confundirse con un simple resfriado. «A veces se la confunde con otras enfermedades, y es difícil detectar la alergia que subyace», apunta el doctor Ignacio Antepara, jefe del Servicio de Alergología del Hospital de Basurto en Bilbao.

La realidad es que la rinitis alérgica puede ser tan molesta como para interferir en el ritmo de vida de quienes la padecen. Según el doctor Antonio Peláez, presidente de la SEAIC, provoca una afectación en diversos campos de la vida: «el físico, porque puede producir cefaleas y astenia; el psíquico, porque baja el estado de ánimo; y el social, puesto que limita la convivencia». Además, es un origen potencial de accidentes, sobre todo en la conducción o el manejo de máquinas peligrosas.

Dificulta la vida laboral

La alergia es una de las posibles causas de la rinitis, pero no la única. Particularmente la rinitis alérgica se caracteriza por una inflamación de la mucosa nasal provocada por la exposición a alergenos inhalados. Algunos de los síntomas que causa son estornudos frecuentes, congestión, mucosidad acuosa y picor nasal. Con frecuencia se acompaña de síntomas como picor ocular o lagrimeo, picor de oídos y de paladar blando o tos seca. Según el estudio de ARIA, ésta es una dolencia que «produce absentismo laboral y disminuye la productividad en el trabajo».

En el caso de los niños, estos síntomas pueden contribuir a que haya problemas de aprendizaje durante la fase escolar, bien por interferencia directa con la atención o por la falta de sueño nocturno que produce la fatiga durante el día. Además, en general, el consumo de antihistamínicos sedantes disminuye aún más la productividad laboral mientras que los antihistamínicos no sedantes sólo reducen los síntomas transitoriamente.

Rinitis alérgica y asma

Estos datos deben tenerse en cuenta ya que, según los expertos, cerca de un 15 por ciento de los españoles sufre rinitis alérgica, y el porcentaje sigue creciendo. En algunas zonas con mayor presencia de pólenes, como en el centro de la península, la cifra es incluso más alta. Pero además de los síntomas que produce y de sus consecuencias, deben tomarse en consideración otros factores como «la demostración de que la rinitis alérgica exacerba el riesgo de sufrir asma», tal y como destaca el doctor Peláez en relación a las novedades del estudio ARIA.

El 38 por ciento de los pacientes que sufren rinitis presenta también asma bronquial y entre el 90 y el 95 por ciento de los afectados por asma perenne sufre rinitis. Para prevenir la aparición del asma en pacientes con rinitis alérgica el doctor Peláez recomienda la vacunación: «la inmunoterapia -advierte- es el único tratamiento capaz de evitar que una persona que sufra rinitis devenga asmático».

Diagnóstico confuso

A la hora de diagnosticar la rinitis alérgica, el doctor Antepara opina que muchas veces «la gente lo considera un constipado, aunque se repita todos los años, y no consulta, y si lo hace, el médico de atención primaria tiene poco tiempo por paciente y a menudo no diagnostica la alergia». Las consecuencias de no diagnosticar una alergia como base de la rinitis son una peor calidad de vida, la posibilidad de efectos secundarios por abuso de fármacos sintomáticos y el infradiagnóstico de las enfermedades asociadas como el asma, la conjuntivitis o el eccema. El alergólogo es el experto encargado de diagnosticar y tratar la enfermedad alérgica.