La prevención y la coordinación sociosanitaria, claves para el éxito de la dependencia

La prevención ante los factores de riesgo y la coordinación sociosanitaria han marcado los ejes más importantes alrededor de la jornada "El sistema sociosanitario y la aplicación de la ley de la dependencia", organizada por la Fundación Edad&Vida, el Col·legi de Metges de Barcelona (COMB) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

La sesión de debate ha permitido la puesta en común, a través de los distintos agentes y sectores implicados, de los retos más importantes que hay ante la reforma de la ley en 2009.

La jornada inaugural ha empezado con la reivindicación de los médicos y proveedores de un marco de actuación claro ante la aplicación de la ley de la dependencia. En este sentido, Jaume Padrós, secretario del COMB ha reclamado una mayor aportación de recursos para el despliegue de la ley. Por su parte, la consellera de salut, Marina Geli ha legitimado el rol de su departamento ante la aplicación de la ley por los años de experiencia que avalan a la sanidad pública de Catalunya «desde la aprobación del Estatut de 1979». Carme Capdevila, consellera d»acció social i ciutadania ha avanzado que «en Catalunya habrá un único sistema de servicios sociales y una única red de atención para las personas». Ambas conselleras han coincidido en la necesidad de coordinación de sus respectivos departamentos y han recordad que ya en 2005 se creó el programa PRODEP (la denominada «Agencia de la Dependencia») con la idea clara de ir de la mano, cada uno con su responsabilidad, antes de tener la ley aprobada.

Como principales conclusiones de la jornada, se ha constatado la opinión generalizada sobre la oportunidad que representa esta ley en términos de logros de más derechos para las personas y también por lo que se refiere a la mejora de la atención tanto en su calidad como en cantidad. También resulta una oportunidad para las posibilidades de mejora de la coordinación sociosanitaria y para desarrollar nuevos modelos de sistemas integrados y la revisión de procesos. En este sentido, mejorar la coordinación social y sanitaria permitirá, no sólo una optimización de recursos, sino una mejora de la calidad de vida de las personas.

Asimismo, aunque más allá de la coordinación sociosanitaria, tema de debate durante toda la jornada, Higinio Raventós, presidente de Edad&Vida ha recalcado la necesidad de «la constitución de equipos multidisciplinarios, con perfiles de profesionales sociales y sanitarios, con criterios comunes que garanticen la equidad y la objetividad de las valoraciones en toda España».

Otro de los puntos clave que se han expuesto durante el transcurso del debate ha sido la necesidad de evitar que la excepcionalidad que conlleva recibir prestaciones económicas no termine convirtiéndose en norma, así como evitar «la picaresca» del co-pago. Aunque debe promoverse la libre elección del beneficiario, mejorando la oferta de la red de servicios de atención y facilitando los servicios de atención domiciliaria acreditados y profesionales, debe evitarse que el hecho que el usuario permanecer en su domicilio se reduzca a una mera prestación económica. Sin embargo, hoy por hoy, la excepcionalidad de la norma se ha convertido en el 70 por ciento de las peticiones resueltas. Asimismo, los servicios de atención domiciliaria deben poder dar una respuesta a la preferencia de los ciudadanos de quedarse en casa, teniendo en cuenta la experiencia de otros países desarrollados.

La red asistencial, poco informada e insuficiente

Uno de los aspectos que se han debatido es la «sensación» que los profesionales sanitarios de atención primaria no reciben suficiente información sobre las repercusiones de la aplicación de la Ley de la Dependencia para poder planificar su trabajo y responder a sus pacientes. Asimismo, se ha detectado la necesidad de disponer de más especialistas en geriatría, tanto a nivel de atención a agudos como en la atención primaria.

También preocupa que pueda haber una falta de profesionales formados y motivados y dar mayor importancia a la actuación a los profesionales de enfermería, ya desde los mismos Centros de Atención Primaria. En este sentido, la coordinación de los CAPs a través de los profesionales de enfermería con los sociales resulta clave a la hora de descargar y acelerar los procesos de valoración y atención a la dependencia.

Por ello, debe contarse con los profesionales y las entidades proveedores de servicios de atención a la dependencia para el desarrollo de la ley. Con el objetivo que estas entidades inviertan en la creación de nuevos servicios de calidad, debe disponerse de un marco de relación entre el sector público y el sector privado en la provisión de servicios de atención a la dependencia.

El rol del sector asegurador y financiero

El seguro de la dependencia favorece la prevención ante situación de riesgo y se debe «empezar a pensar desde jóvenes y no a los cincuenta», ha apuntado Miquel Vilardell, vicepresidente primero del COMB. En este sentido, los sectores asegurador y financiero pueden contribuir a la sustentabilidad del sistema de atención a la dependencia así como la del Estado del Bienestar. Sensibilizar a los jóvenes sobre la prevención y, por tanto, un comportamiento de vida más responsable, asociado a la contratación de un seguro de la dependencia «colaborará en poder vivir con garantías ante el cambio demográfico», ha concluido Vilardell.

Sin embargo, debe ofrecerse un marco regulador claro a los instrumentos financieros y aseguradores y poder mejorar la capacidad financiera de las personas.