10Ago. 11
A juicio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) productos como champús, lociones, ampollas, o nuevas técnicas como la ozonoterapia, el láser, etc. son fórmulas ineficaces que no han demostrado de forma rigurosa una acción anticaída.
En España, el 40 por ciento de los varones de 40 años sufre alopecia androgénica, el tipo de alopecia más común. Es de tipo hereditario, irreversible y progresiva, comenzando en las sienes, siguiendo por la coronilla y dejando el cuero cabelludo completamente despejado. El problema tiene difícil solución: un folículo miniaturizado no tiene marcha atrás y es difícil contener su involución.
A pesar de ello, la OCU denuncia que en el mercado existen productos cosméticos (muchos de los cuales se venden en farmacias para acentuar sus pretendidos efectos), suplementos vitamínicos, y nuevas técnicas cuya publicidad promete frenar la caída del cabello. Sin embargo, las evidencias científicas disponibles concluyen que su fiabilidad es escasa, cuando no inexistente.
No existe ninguna fórmula cosmética que haya demostrado de forma rigurosa una acción anticaída, como anuncian diversas marcas de champú. Tampoco los suplementos dietéticos o herbáceos han demostrado mayor utilidad, sobre todo entre personas con un estado de salud normal que no presentan carencias específicas de algún nutriente.
Finalmente, para la OCU, las últimas «innovaciones» anunciadas por clínicas estéticas o centros capilares (sesiones de ozonoterapia, estimulación por masajes o por láser) pueden alcanzar precios muy elevados sin que ningún efecto probado compense ni remotamente la inversión.
A juicio de la OCU, solo dos fármacos (finasterida y minoxidil) tienen efectos demostrados contra la alopecia, aunque esos efectos desaparecen al tiempo de abandonar su uso. La finasterida (Propecia, es el medicamento más conocido) tarda seis meses en conseguir efectos visibles a un coste de unos 650 euros al año y, como todo medicamento tiene efectos adversos (disfunción eréctil, disminución de la líbido). El minoxidil tarda dos meses en causar efectos visibles y su precio ronda los 50 euros (para un tratamiento de cuatro meses).
Por tanto, la OCU concluye que, hoy por hoy, la principal alternativa contra la alopecia pasa por el trasplante capilar, si bien se trata de una intervención lenta, muy costosa (unos 6.000 euros) y no exenta de riesgos como foliculitis, infecciones y hemorragias postoperatorias.
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