Un estudio internacional advierte de la necesidad de educación sobre los factores de riesgo de la osteoporosis ya que la mayoría de mujeres no son conscientes del riesgo que corren de sufrir una fractura.
Los resultados del estudio GLOW (Global Longitudinal Study of Osteoporosis in Women) muestran que muchas mujeres con alto riesgo de sufrir fracturas asociadas a osteoporosis no perciben las implicaciones de tener factores de riesgo importantes. El estudio, coliderado por el Dr. Robert Lindsay del Center for Outcomes Research at the University of Massachusetts Medical School y el Dr. Adolf Díez-Pérez, Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital del Mar, ha recopilado información de 60.000 mujeres post-menopáusicas de 10 países diferentes. Las fracturas relacionadas con la osteoporosis son un problema internacional de salud pública que causa dolor a las pacientes de todo el mundo además de enormes costes sanitarios.
«Los resultados de este estudio nos permitirán concienciar a las mujeres de la importancia de tomarse en serio su enfermedad», nos explica el Dr. Díez Pérez. «La osteoporosis no sólo está infradiagnosticada e infratratada, sino que una vez diagnosticada la percepción de enfermedad también está por debajo de otras patologías de las cuales las pacientes son muy conscientes». Por ejemplo, el Dr. Díez Pérez explica que en mujeres post-menopáusicas diagnosticadas de osteoporosis, sólo el 43 por ciento pensaban que su riesgo de fracturar era mayor que el de otras mujeres de la misma edad; esta fracción se reduce a un tercio cuando se tiene en cuenta a mujeres con dos o más factores de riesgo importantes.
En la osteoporosis, la cantidad de mineral de los huesos disminuye, de forma que su densidad baja y causa una fragilidad que hace que se rompan más fácilmente. Cuando hay fracturas, éstas suelen comportar dolor crónico, pérdida de la independencia y de la movilidad y, especialmente en el caso de fractura de cadera, un mayor riesgo de muerte. El riesgo de fractura aumenta considerablemente con la edad, de forma que se prevé que el número de fracturas aumente a medida que envejece la población. Después de la menopausia, una de cada tres mujeres desarrolla osteoporosis.
A pesar del uso de herramientas para el diagnóstico y la evaluación de riesgos, ampliamente disponibles (cómo por ejemplo las pruebas de densidad ósea y la herramienta de evaluación de riesgo de fractura FRAX de la Organización Mundial de la Salud), muchos factores de riesgo son ignorados. Reconocerlos podría prevenir muchas fracturas mediante un tratamiento adecuado. «La mayoría de mujeres no ven cuál es la conexión entre los factores de riesgo y las fracturas y, si no entienden estos riesgos, no pueden protegerse de futuras fracturas», puntualiza el Dr. Díez Pérez.
Se han identificado varios factores de riesgo (entre los que se incluyen muchas situaciones médicas y medicamentos), que se deberían tener en cuenta en mujeres mayores de 55 años:
– Edad avanzada
– Peso bajo
– Antecedentes familiares de fractura de cadera
– Historia personal de fracturas desde los 25 años
– Dos o más caídas durante el año anterior
– Uso de cortisona o prednisona (esteroides recetados en muchas situaciones)
– Artritis reumatoide
– Consumo de tabaco o más de tres bebidas alcohólicas al día
«Esperamos que la visión que hemos obtenido del estudio GLOW ayude a que médicos y pacientes trabajen juntos para identificar a las personas con riesgo de fractura y mejorar la comprensión del significado de este riesgo», ha comentado la autora principal del artículo, la Dra. Ethel Siris, investigadora del estudio GLOW y directora de Toni Stabile Osteoporosis Center del Centro Médico de la Universidad de Columbia, de Nueva York. Según los autores del estudio, se necesita urgentemente la mejora de la educación tanto de médicos como de mujeres post-menopáusicas. «La educación es fundamental si queremos reducir el efecto de estas fracturas en todo el mundo».
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