La educación femenina es clave en la salud reproductiva

Saludreproductiva.com actualiza sus datos y presenta las cifras de nacimientos, abortos y embarazos en España desde 1990 hasta 2010, clasificados por comunidades autónomas y grupos de edad.

En España, en 2010 cerca del 19% de los embarazos entre la población femenina en edad fértil se interrumpieron de forma voluntaria. Esta tendencia muestra un signo creciente desde 1990, aunque en los tres últimos años se aprecia una cierta estabilización, según se recoge en la actualización de la página www.saludreproductiva.com. Esta página web es una iniciativa conjunta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de Bayer, que hace cerca de una década establecieron un convenio para recoger la evolución de los nacimientos, abortos y embarazos en España.

Los datos que se incluyen proceden de las estadísticas oficiales publicadas por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el Instituto Nacional de Estadística y completan la foto de la evolución de estas cifras entre 1990 y 2010.

Según estos datos, la cifra general de abortos ha mantenido en los últimos años un crecimiento sostenido entre las mujeres en edad fértil (entre 15 y 49 años), si bien el crecimiento no ha sido homogéneo por grupos de edad.

Margarita Delgado, demógrafa del CSIC, asegura que, aunque «la proporción de embarazos que se interrumpen se acerca al 19% para el conjunto de las mujeres, la cifra es bastante más alta en los grupos de edad más jóvenes, llegando a superar el 50% entre las adolescentes en los últimos años». Este dato apunta a que entre las jóvenes la proporción de embarazos no deseados es muy elevada, ya que, como mínimo, los que se interrumpen voluntariamente cabe calificarlos como no deseados. Esto indica que existen importantes carencias de formación y, probablemente, también de información.

La educación anticonceptiva como clave de la salud sexual y anticonceptiva

Una de las claves diferenciadoras para Margarita Delgado es la educación. Hace apenas unos meses, el equipo de investigación que lidera en el CSIC presentaba un estudio que relacionaba el nivel de desarrollo y educación en las diferentes comunidades autónomas con la maternidad adolescente. En este sentido, se constató que a mayor nivel educativo menor era la incidencia del embarazo en la adolescencia, lo que sin duda conlleva, asimismo, una mejor y más correcta educación sexual y anticonceptiva.

La formación en salud reproductiva se manifiesta para los expertos como la clave para evitar prácticas de riesgo y mejorar los hábitos sexuales y anticonceptivos en nuestro país.