Fármacos que ayudan a adelgazar

En ocasiones, los cambios en los hábitos alimentarios y el aumento de la actividad física no son suficientes para solucionar la obesidad. En estos casos y en aquellos en que el sobrepeso puede repercutir seriamente en la salud puede ser necesario acompañar la dieta y el ejercicio con un tratamiento farmacológico, siempre bajo la supervisión del especialista.

El tratamiento de la obesidad se basa en, por un lado, la dieta; por otro lado, el incremento de la actividad física y, en tercer lugar, el tratamiento farmacológico que va a permitir mejorar los resultados del tratamiento convencional», explica el doctor Xavier Formiguera, Presidente de la European Association for the Study of Obesity (EASO) y Jefe de la Unidad de Trastornos de la Alimentación del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Badalona), si bien aclara que «no hay ningún medicamento que sea un milagro, el medicamento tiene que ir siempre conjuntamente con todo lo demás».

Los Consensos más importantes sobre tratamiento de la obesidad en adultos aceptan la administración de fármacos cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) sea superior a 27 y se acompañe de factores de riesgo importantes, o a partir de un IMC de 30. Se consideran factores de riesgo importantes la dislipemia, la diabetes tipo 2, la enfermedad coronaria, la hipertensión arterial y la apnea del sueño. El tratamiento farmacológico refuerza la eficacia de las otras medidas adoptadas ya que, solamente con dieta y actividad física, muchos pacientes se estancan, se desilusionan y abandonan el plan terapéutico.

Disminuir el apetito o reducir la grasa

Los tratamientos farmacológicos que han aparecido en los últimos años se pueden separar en dos grupos. En primer lugar, encontramos la sibutramina (Reductil), que actúa sobre el sistema nervioso central disminuyendo la sensación de hambre y aumentando el gasto de energía. El segundo grupo estaría representado por el orlistat (Xenical), que actúa inhibiendo la absorción de un 30 por ciento de las grasas ingeridas.

Según algunos trabajos llevados a cabo en España con sibutramina, tras seis meses de tratamiento se consigue que el 93 por ciento de los pacientes pierda más del cinco por ciento del peso inicial, mientras que el 54 por ciento consigue perder hasta un 10 por ciento de su peso total. Tras el tratamiento con sibutramina se observa una reducción del índice cintura-cadera y, sobre todo, del perímetro de la cintura. También descienden el colesterol total, el colesterol LDL, el ácido úrico y los triglicéridos, y aumenta el colesterol HDL. En pacientes con diabetes tipo 2, la sibutramina induce pérdida de peso y mejora el control de la glicemia.

Por su parte, orlistat presenta unos resultados parecidos en cuanto a pérdida de peso. Además, los resultados del estudio OBESO (Observación Epidemiológica de Sobrepeso con Orlistat en España), muestan que los pacientes tratados con este fármaco reducen el riesgo cardiovascular global tres veces más que los tratados con dieta sola.