España es el país europeo donde más cocaína se consume por habitante según el informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
El documento constata que en España la prevalencia anual del consumo de cocaína entre la población de 15 a 64 años es del 3,1 por ciento. El segundo lugar lo ocupa el Reino Unido, con un 2,4 por ciento, seguido de Italia (2,2) e Irlanda (1,7).
Según las cifras del Observatorio Europeo de las Drogas (OEDT) la prevalencia anual media del abuso de cocaína en la Unión Europea es de 1,2 por ciento, es decir, asciende a unos cuatro millones de personas de 15 a 64 años de edad. Mientras que el consumo de cocaína fue en aumento en años recientes en Albania, Chipre, Dinamarca, Noruega y la República Checa, en España e Italia se estabilizó, mientras que en el Reino Unido se redujo en 2009.
Según datos de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD) se estima que el número de consumidores de cocaína en Europa occidental y central se duplicó de 2 millones en 1998 a 4,1 millones en 2008, y que el consumo en ambas subregiones representó una cuarta parte del total mundial. Además, en España, Dinamarca y el Reino Unido el consumo de cocaína puede estar sustituyendo al de anfetaminas y drogas como el éxtasis, señala la JIFE.
Del informe también se desprende que la cocaína sigue siendo la droga ilegal que más se consume en Europa después del cannabis y que la cocaína incautada en el Viejo Continente procede principalmente de Colombia, si bien Bolivia y Perú están adquiriendo cada vez más importancia como países de origen.
Según la JIFE, la cocaína llega de contrabando a Europa mayoritariamente por vía marítima desde Ecuador, Panamá y Venezuela, aunque Brasil y Surinam se vienen utilizando cada vez más como países de tránsito.
Además, Europol detectó la «ruta septentrional», que va desde el Caribe a las costas de España y Portugal pasando por las islas Azores, y la «ruta central», que va desde América del Sur a Europa pasando por Cabo Verde o Madeira y las islas Canarias.
Los principales puntos de entrada de esta droga en Europa son Bélgica, España, Holanda y Portugal. En el conjunto de estos países se incautó alrededor del 70 por ciento de toda la cocaína decomisada en Europa en 2008, aunque en ellos sólo se registró una cuarta parte del consumo de cocaína en la región.
Cannabis y trastornos psicóticos
España es uno de los países citados por la JIFE en los que se ha disminuido el consumo de cannabis. Además, el informe refleja que nuestro país es el que más resina de cannabis incauta. El año pasado se intervinieron 27 toneladas de esta sustancia en las aduanas marítimas y en las playas (un 93% procede de Marruecos).
Según un estudio de la Universidad de Maastricht en los Países Bajos que se publica en la edición digital de la revista British Medical Journal el consumo durante la adolescencia y los inicios de la vida adulta aumenta el riesgo de síntomas psicóticos, mientras que el consumo de cannabis continuado podría aumentar el riesgo de trastorno psicótico en años posteriores de la vida.
El cannabis es la droga ilegal más consumida del mundo, en particular entre los adolescentes y está vinculada con un mayor riesgo de enfermedad mental. Sin embargo, no está claro si el vínculo entre cannabis y psicosis es causal o si se debe a que las personas con psicosis consumen cannabis para automedicarse.
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