Es necesario mejorar en la prevención, información y diagnóstico de la Hepatitis C en España, según un estudio

La Hepatitis C es una enfermedad que afecta a poco menos de un millón de españoles. Sin embargo la mayoría de la población española desconoce sus aspectos básicos. Pocos saben que es curable en algunos casos y muchos desconocen las medidas para prevenir el contagio. Por esta razón, además de investigar y diagnosticar, el colectivo médico debe implicarse e informar más a la población sobre la Hepatitis C.

Un 44 por ciento de la población española no conoce qué es la Hepatitis C a pesar de que afecta a unos 800.000 enfermos en nuestro país. Éste es uno de los datos más preocupantes que arroja el primer Estudio de Opinión Pública sobre la Hepatitis C que se acaba de presentar y que se basa en 1.004 encuestas realizadas a personas de entre 18 y 65 años de todo el estado.

Según el doctor Ramón Planas, Jefe del Servicio de Hepatología del Hospital General Trias i Pujol, este desconocimiento de la Hepatitis C se debe a la «juventud» de la enfermedad: «llevamos pocos años, unos 15, conociendo la enfermedad más o menos bien», detala. De hecho, hasta 1990 la enfermedad era conocida como Hepatitis no A no B. «A partir de 1990, cuando se conoce la manera de detectar el virus en la sangre se empieza a hablar de Hepatitis C», concreta el Dr. Planas.

Esta falta de información de la población sobre la Hepatitis C genera en muchas ocasiones situaciones de exclusión entre los enfermos. Aunque se conoce que el virus de la Hepatitis no se transmite a través de la saliva, esta creencia persiste en la población. Según datos de la misma encuesta, el 45 por ciento de los encuestados cree que el virus se puede transmitir a través de la saliva. Y el 41 por ciento considera cierto que compartir vajilla y cubiertos con un enfermo es un comportamiento de riesgo.

Por tanto, además de combatir médicamente la Hepatitis C, los colectivos médicos deben ayudar a combatir esta exclusión social, concluye el estudio. «Uno de los objetivos que nos hemos marcado las asociaciones médicas y las autoridades sanitarias es combatir la estigmatización que sufren los enfermos, que no tiene razón de ser», en opinión del Dr. Planas.

Uno de los rasgos más característicos de la Hepatitis C es que sus síntomas pueden tardar hasta 20 años en manifestarse. Esto genera una gran bolsa de enfermos que desconocen su situación. Se calcula que se diagnostican menos del 25 por ciento de los casos de Hepatitis C que existen en nuestro país. Para combatir este lastre, se considera esencial colaborar con las asociaciones de médicos de atención primaria y establecer guías y documentos que faciliten la detección de la enfermedad. «Para detectar la Hepatitis C, basta con una prueba tan barata y tan sencilla que los médicos deberíamos pedirla como algo rutinario y sin embargo no lo hacemos», lamenta el Dr. Planas.

El colectivo médico, un colectivo de riesgo

Según este primer Estudio de Opinión Pública sobre la Hepatitis C, la población española sí conoce que formar parte del personal sanitario conlleva un mayor riesgo de contagio. Pero aunque esto es un hecho, «el riesgo de que una enfermera o un médico se infecte a través de un enfermo por haberse, por ejemplo, pinchado accidentalmente es muy bajo, de un 0,5 por ciento», recuerda el Dr. Planas.

Así, los servicios de medicina preventiva de los hospitales desempeñan un papel muy importante. De manera continuada han de mantener informado a todo el personal sanitario y garantizar programas de formación para que se cuiden y se mantengan las medidas de precaución destinadas a prevenir las enfermedades transmisibles a través de la sangre, recomienda este especialista.

Además de la prevención, las herramientas de curación de la Hepatitis C van mejorando día a día. Actualmente la Hepatitis C se puede curar hasta en el 90 por ciento de los casos en algunos genotipos, siendo los genotipos 1 y 4 los más difíciles de curar. No obstante, aún en este caso se obtienen unas tasas de curación de hasta el 60 por ciento de los casos, con el tratamiento recomendado a base de interferón pegilado y ribavirina.

Sobre la aparición de nuevos tratamientos, el doctor Planas, Jefe del Servicio de Hepatología del Hospital General Trias i Pujol, cree que «se está evaluando la eficacia de nuevas moléculas, de nuevos fármacos antivíricos que actúan a nivel de los inhibidores de proteasas. Sin embargo, no es previsible que hasta dentro de unos cuatro ó cinco años estos fármacos estén disponibles para el uso sanitario, pues están en una fase de investigación muy precoz», concluye.