08Jul. 11
La sintomatología asociada al Síndrome Premenstrual afecta, en mayor o menor medida, al 73,72 por ciento de las mujeres, y de ellas en el nueve por ciento de los casos, sufren lo que se denomina SPM moderado o severo que es el que tiene un impacto significativo en la vida cotidiana de la mujer.
El Síndrome Premenstrual (SPM) es una afección de la que existen referencias desde hace más de 2.500 años, a pesar de ello y de considerarse algo común y conocido a nivel social, no existe una definición universalmente aceptada sobre esta problemática. Desde el punto de vista científico la clasificación internacional de enfermedades lo incluye en la categoría de afecciones ginecológicas en su forma leve, y en su forma más severa, denominada Síndrome Disfórico Premenstrual (SDPM), dentro de las enfermedades psicológicas, pero no existen criterios diagnósticos globalmente aceptados y en general la descripción de los síntomas es poco específica.
El Equipo Daphne, frente a esta situación, se planteó la realización del primer estudio para conocer el impacto real del SPM utilizando como base los criterios de medición de Steiner (Premenstrual symptoms screening tool – PSST) y dando lugar al primer registro significativo y estadísticamente representativo sobre prevalencia del SPM y del SDPM realizado en base a la población española. La muestra, recoge los datos de 2108 mujeres en edad fértil y los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista científica The European Journal of Obstetrics and Ginecology.
Según este estudio la sintomatología asociada al SPM afecta en mayor o menor medida al 73,72 por ciento de las mujeres, y de ellas el nueve por ciento, sufren lo que se denomina SPM moderado o severo, por su significativo impacto en la vida cotidiana de la mujer. El 1,5 por ciento de estas mujeres además, reunieron criterios para ser catalogadas dentro del Síndrome Disfórico Premenstrual (PMDD), que es el que tiene un mayor impacto en la salud y la calidad de vida de la mujer. En ambos casos la sintomatología tiene una duración mediana de unos 3 días al mes y las encuestadas reconocen que afecta a sus relaciones familiares en el 7,1 por ciento de los casos, a su vida social en el 5,6 por ciento y conlleva una pérdida de interés en el trabajo en el 6 por ciento de los casos.
De los cerca de 80 síntomas (40 físicos y 40 psicológicos) descritos en el SPM, los más frecuentes recogidos en el estudio fueron los síntomas físicos (81,6 por ciento) -mamarios, musculares, cefaleas, aumento de peso y retención hídrica-, seguidos de irritabilidad (58 por ciento), falta de energía (53 por ciento), ganas de llorar (48,7 por ciento) y ansiedad (40,5 por ciento). La autoevaluación de la severidad de cada uno de los síntomas fue de leve a moderada en más del 80 por ciento de las mujeres y severos en el 10 por ciento de los casos.
El Síndrome Premenstrual es un trastorno recurrente del ciclo menstrual de la mujer constituido por una serie de síntomas físicos, psicológicos y de conducta con suficiente intensidad como para alterar, en mayor o menor medida, la calidad de vida de quienes lo padecen. Sus síntomas aparecen en la segunda fase del ciclo (fase lútea) y se alivian significativamente al aparecer la menstruación. Son muchas las mujeres que lo sufren en diferentes grados de intensidad. Según esto y el nivel de interferencia con el día a día se habla de diferentes grados. La forma más leve se da cuando las mujeres tan solo experimentan algunos de los síntomas y de forma no excesivamente acusada; en las formas moderadas a severas la sintomatología incapacita a la mujer para una actividad física, laboral, familiar, profesional o social normales; y la forma más grave, el denominado Síndrome Disfórico Premenstrual (SDPM), se caracteriza por un predominio de síntomas psicológicos y de la conducta.
A pesar de este impacto en la vida social y personal de la mujer, por lo general esta sintomatología se asume como normal. Incluso en las formas más severas de la patología, hasta un 75 por ciento de las mujeres, no consultan a su médico porque consideran que es normal, íntimo o por no haber pensado que pudiera tener solución. De las que acuden, según la encuesta, los tratamientos más utilizados para aliviar esta sintomatología son los anticonceptivos hormonales en el 57 por ciento de los casos, seguidos de analgésicos en un 53,3 por ciento y remedios caseros o naturales en el 4,1 por ciento de los casos.
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