Un estudio norteamericano que ha seguido a 26.000 hombres durante diez años afirma que aquellos que hacen ejercicio de intensidad alta tienen un 55 por ciento menos de riesgo de morir por cáncer.
Según este estudio, los hombres que hacen ejercicio que les ayuda a mejorar su capacidad cardiorrespiratoria son menos propensos a morir por cáncer, aunque otros estudios sólo relacionaban este beneficio con deportes de alta intensidad. La investigación, publicada en la revista Medicine and Science in Sports and Exercise estudió la relación entre ejercicio para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria y la mortalidad por cáncer en hombres, separando los casos relacionados con el tabaco de los no relacionados.
Los investigadores, de la West Texas A&M University y el Instituto Cooper en Dallas en Estados Unidos, siguieron a casi 26.000 hombres de entre 30 y 87 años durante diez años. Después de ese tiempo, 335 habían muerto de cáncer, de los que 133 fallecieron a causa de tipos de cáncer relacionados con el tabaco y 202 por tumores no relacionados con el tabaco.
Después de ajustar la edad, el consumo de tabaco, la ingesta de alcohol, el índice de masa corporal y la presencia o no de diabetes mellitus, este equipo de investigadores encontró que había una relación inversa entre los niveles de ejercicio para mejorar la capacidad cardiorrespiratoria y la mortalidad por cáncer.
Según el estudio, aquellos que hacían ejercicio de alta intensidad tenían un 55 por ciento menos posibilidades de morir por cáncer que aquellos que hacían menos deporte, mientras que aquellos hombres que hacían un ejercicio moderado, tenían un 38 por ciento menos posibilidades de fallecer por esta patología.
Así, los niveles de ejercicio moderado y alto se asociaban con un menor riesgo de morir por cáncer comparado con aquellos hombres que ejercitan menos su capacidad cardiorrespiratoria. Su conclusión es que «este ejercicio puede proporcionar una protección contra la mortalidad por cáncer».
El ejercicio no contrarresta el tabaco
Por ejercicio moderado, este equipo entendió a una persona que corriera de 20 a 40 minutos, de tres a cinco veces a la semana. Mientras que las personas con ejercicio de gran intensidad estaban ya a un nivel cercano al de competición.
En cuanto a los cánceres no asociados al consumo de tabaco, los hombres que participaron en el estudio que hacían ejercicio de intensidad alta tenían un 46 por ciento menos riesgo de sufrir esta patología, mientras que quienes hacían ejercicio moderado tenían un 34 por ciento menos riesgo.
Por lo que hace al riesgo de sufrir cánceres relacionados con el tabaco, como pulmón o laringe, aquellos más deportistas tenían un 66 por ciento menos de sufrirlos mientras que los deportistas moderados tenían un riesgo un 43 por ciento menor. Los sujetos más deportistas tienden a ser menos fumadores, pero aun así, uno de cada diez de ellos fumaba frente a dos de cada diez de los deportistas moderados y tres de cada nueve hombres sedentarios.
El estudio encontró que el hacer ejercicio también disminuía la mortalidad por cáncer en los más deportistas fumadores, aunque los autores subrayan que hacer más ejercicio no es en ningún caso una alternativa a dejar de fumar.
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