06Abr. 04
Pese a los avances producidos en los últimos años en el campo del dolor, tanto con el desarrollo de fármacos como con el diseño de nuevas técnicas, numerosos pacientes sufren dolor tras las intervenciones quirúrgicas.
«Posiblemente el dolor postoperatorio sea el dolor que mejor se conoce, antes incluso de que un paciente se someta a una intervención, nosotros podemos saber con un grado de aproximación bastante elevado cuánto le va a doler al paciente, durante cuánto tiempo, etc.», explica el doctor Manuel J. Rodríguez, presidente de la Sociedad Española del Dolor (SED). Pero a pesar de eso, las personas que se someten a una intervención quirúrgica en nuestro país siguen teniendo dolor.
Uno de los motivos que explicarían por qué sigue pasando esto sería «posiblemente por la falta o por la no existencia en la mayoría de los hospitales públicos españoles de unidades de tratamiento del dolor agudo dedicadas exclusivamente a esa función, a la de tratar el dolor agudo postoperatorio», apunta el doctor Carlos Barutell, presidente electo de la SED. Según esta sociedad, actualmente sólo 25 de los más de 250 hospitales públicos cuentan con unidades especializadas.
«El español que se somete a una intervención quirúrgica sigue teniendo dolor, por la no existencia en la mayoría de hospitales públicos de unidades de tratamiento del dolor agudo», señala el doctor Manuel J. Rodríguez. Este tipo de pacientes recibe un mejor tratamiento para su dolor cuando están en la sala de reanimación y bajo la tutela de los servicios de Anestesiología, mientras que cuando son trasladados a planta la analgesia postoperatoria empieza a decaer. Por esta razón lo ideal sería que el paciente siga dependiendo de estos servicios y sea enviado a unidades de dolor agudo controladas por estos profesionales.
«El dolor posquirúrgico inadecuadamente tratado aumenta la morbimortalidad, prolonga la estancia hospitalaria y proyecta una imagen negativa del medio sanitario ante una población cada vez mejor informada y más exigente», afirma el doctor José María Muñoz y Ramón, responsable de la Unidad de Dolor Agudo del Hospital General Universitario La Paz (Madrid).
Falsas creencias
«Todavía hay muchos hospitales y muchas clínicas en los que la analgesia postoperatoria se hace muy mal y se mantiene la teoría de que como te han operado te tiene que doler», afirma el doctor Barutell. En los últimos años en nuestro país se ha mejorado bastante la visión que se tiene de medicamentos como los opioides, aunque todavía existe lo que los especialistas califican como «opiofobia», «el miedo a dar estos medicamentos porque va a causar una depresión respiratoria o va a hacer adicto al paciente», declara el presidente electo de la SED.
«Son mitos por parte de los médicos, que no se atreven a prescribirlos, después son las enfermeras, a la hora de administrarlos; pero también a los propios enfermos y familiares les cuesta aceptarlos», apunta el doctor Manuel Rodríguez, presidente de la SED.
Según los datos del último estudio sobre el estado del dolor en España realizado en 2003 por la SED, el 31 por ciento de los pacientes padece grandes dolores cuando despierta de la intervención y ese mismo dolor se mantiene una hora después de la cirugía. A las tres horas, la medida más alta de la escala del dolor permanece en el 23 por ciento de los casos y desciende al 20 por ciento a las seis horas de la operación. Incluso en el momento del alta hospitalaria, el estudio mostró que un 2,7 por ciento de los operados abandona el hospital con grandes dolores que seguramente nadie controla.
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