El inicio del curso escolar ha vuelto a traernos un aumento de diarreas en los niños, causadas, en la mitad de los casos, por contagio de rotavirus, según datos de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD). De hecho, "los niños que acuden a las guarderías desde pequeños son más propensos a padecer diarreas", reconoce el doctor Jordi Serra, miembro del Servicio del Aparato Digestivo del Hospital Vall D´Hebrón de Barcelona y portavoz de la SEPD.
La diarrea causada por rotavirus constituye un proceso contagioso que tiene su mayor incidencia entre los meses de noviembre a abril. En el caso de los más pequeños, pueden llegar a sufrir tres episodios en un mismo año, y entre los seis meses y los cuatro años es el período más vulnerable, destaca la SEPD.
Causas y síntomas
La diarrea se origina «cuando un agente se deposita en las paredes del intestino, provocando una alteración en la función normal del intestino», explica el doctor Serra. En ese proceso «se pierde la permeabilidad, estanqueidad, de la pared intestinal, lo que provoca grandes pérdidas de aguas y minerales, en especial de sodio y potasio», añade.
Una vez contraído el virus, rápidamente se manifiestan sus síntomas, sobre todo el incremento en el número de deposiciones líquidas. Es cuando el niño se queja de dolor de barriga y también pueden aparecer cuadros de vómitos y fiebre.
Sin embargo, este cuadro dura sólo entre dos y cinco días y suele resuelve por si solo. Pero en caso de diarreas importantes en niños pequeños existe riesgo de deshidratación. Según especialistas de la SEPD, ésta se sospechará cuando el niño presente apatía, menor capacidad de respuesta ante los estímulos externos y mirada ausente, fiebre alta o sequedad en las mucosas de la boca o los ojos, alerta la SEPD.
Prevenirla y combatirla, consejos de la SEPD
– Los buenos hábitos higiénicos contribuyen a prevenir la aparición y propagación del virus. En este sentido, «las guarderías y centros de salud deben poner especial cuidado en las medidas higiénicas para contribuir en la educación de correctos hábitos higiénicos desde la infancia», recomienda el doctor Serra.
– Cuando ya hay infección: conviene controlar que los labios, los ojos y la piel no muestren signos de deshidratación ya que el incremento en el número de deposiciones puede producir pérdidas importantes de líquido y sales minerales, que si no se reponen pueden llevar a cuadros de deshidratación, especialmente en niños pequeños.
– La importancia de la dieta líquida : la diarrea en sí no representa peligro alguno para el niño, tranquiliza el doctor Sierra. «Normalmente son cuadros que, en unos días, a base de dieta líquida, desaparecen por sí mismos», puntualiza el doctor. En estos casos, el agua de zanahoria y/o arroz permiten reponer las pérdidas de líquido a la vez que tienen un efecto astringente que puede resultar beneficioso.
– En el caso de niños más mayores que rehúsen tomar esta dieta líquida, los refrescos de cola pueden resultar una eficaz alternativa, recomienda el especialista.
– Evitar las comidas sólidas , ya que el intestino se muestra inflamado, y por lo tanto, «agravaría la diarrea», advierte el Dr. Serra.
– En el caso de las diarreas víricas no es preciso utilizar ningún tipo de medicamento específico. «Los antibióticos no tienen ningún efecto sobre el virus y alteran la flora intestinal normal del individuo, lo que podría disminuir sus defensas naturales», advierte este especialista.
© 2024 Medicina Television S.A Spain