06Jun. 08
El tratamiento con el anticuerpo trifuncional catumaxomab prolonga significativamente la supervivencia libre de punción en pacientes con ascitis maligna, según los resultados de un estudio en fase II/III presentado en el 44º Congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, en inglés).
La prolongación del tiempo hasta la siguiente paracentesis y la reducción de los síntomas y signos de la ascitis dan una idea de la importancia de este tratamiento. Además, catumaxomab -administrado a los pacientes del brazo control una vez finalizado el estudio- produjo una clara mejora en lo que se refiere al tiempo transcurrido hasta la siguiente punción. Los datos de supervivencia total indican un beneficio claro. Catumaxomab es el exponente de una nueva generación de anticuerpos en el campo de la oncología. En diciembre de 2007 se remitió a la EMEA la solicitud de indicación de este fármaco en casos de ascitis maligna producida por tumores epiteliales.
La ascitis maligna está asociada habitualmente a un mal pronóstico y a una reducida calidad de vida. El actual tratamiento de esta patología consiste en la paracentesis, que tiene que practicarse cada 11 días como promedio y que puede generar complicaciones, tales como infecciones o pérdidas de fluidos y proteínas. Puesto que el anticuerpo trifuncional catumaxomab (anti-EpCAM x anti-CD3) destruye las células tumorales en la cavidad peritoneal activando las células T y las células accesorias, ataca la causa primaria que provoca la aparición de la ascitis.
En el estudio participaron 258 pacientes con ascitis maligna provocada por tumores epiteliales. De ellos, 129 sufrían cáncer de ovario, mientras que otros 129 padecían otros tumores distintos a éste. Ambos grupos fueron analizados de forma separada y combinada. Los pacientes fueron agrupados de forma aleatoria con un ratio 2:1 para ser sometidos a paracentesis y cuatro dosis intraperitoneales de catumaxomab (10, 20, 50, 150 µg) durante 11 días o sólo paracentesis (grupo control). A los pacientes del grupo control se les permitió recibir tratamiento con catumaxomab (cross-over) tras sufrir una primera paracentesis.
El ensayo alcanzó los dos objetivos primarios con datos de alto valor estadístico. La mediana de supervivencia libre de punción fue de 46 días con catumaxomab frente a los 11 días del grupo control (52 días frente a 11 días en cáncer de ovario; 37 días frente a 14 días en cáncer no ovárico) (ambos p<0,0001). La mediana de tiempo libre de punción (objetivo secundario) con catumaxomab fue de 77 días frente a 13 días en el grupo control (71 días frente a 11 días en cáncer de ovario; 80 días frente a 15 días en cáncer no ovárico) (ambos p<0,0001). Además, los pacientes que recibieron catumaxomab experimentaron una clara reducción de los síntomas de la ascitis. La mediana global de supervivencia fue de 72 días con catumaxomab frente a 68 días en el grupo control (cáncer de ovario: 110 días frente a 81 días; cáncer no ovárico 52 días frene a 49 días). En el grupo de pacientes que recibieron todo el tratamiento, la mejora de la mediana de supervivencia total sugiere un beneficio en la supervivencia (86 días frente a 68 días, p=0,0085). Los pacientes del grupo control que empezaron a ser tratados con catumaxomab después de sufrir una paracentesis, experimentaron también un aumento de la supervivencia libre de punción en comparación con ellos mismos cuando estaban en el grupo control del estudio randomizado (cáncer de ovario: 41 días frente a 10 días; cáncer no ovárico: 52 días frente a 7 días) y alcanzaron una mediana de supervivencia de 95 días. Los efectos secundarios más reportados en el grupo tratado con catumaxomab fueron fiebre y náuseas, que son los síntomas típicos de la liberación de citokinas provocada por el mecanismo de acción de catumaxomab. En general estos efectos fueron previsibles, de alcance limitado y, en general, completamente reversibles. El aumento transitorio de enzimas hepáticas y de leucocitos se observó de forma regular en el grupo tratado con catumaxomab aunque no se le otorgó importancia clínica. El anticuerpo trifuncional catumaxomab
El objetivo terapéutico de los anticuerpos trifuncionales es generar en el organismo una reacción inmune más intensa contra las células tumorales. Catumaxomab tiene dos puntos de unión diferentes: mientras un brazo del anticuerpo reconoce y se une a las células T, el otro brazo se une al EpCAM, una proteína que está sobreexpresada en muchos tipos de tumores epiteliales. Las células inmunológicas efectoras con receptores Fc (macrofágicas, monocíticas, dendríticas y natural killer) pueden unirse a la región Fc de los anticuerpos trifuncionales. Esta vinculación simultánea tiene como consecuencia la coestimulación y activación de las células T y de las células accesorias, dando lugar a una fuerte respuesta inmune contra las células tumorales. Los datos preclínicos y clínicos sugieren un efecto potencial de larga duración a la hora de impedir la recurrencia del tumor. Catumaxomab se está desarrollando en estadios más precoces en varias indicaciones, especialmente en cáncer ovárico y gástrico.
Anticuerpos trifuncionales
Los anticuerpos trifuncionales son proteínas que activan diferentes tipos de células del sistema inmune de forma simultánea y las redirigen específicamente hacia las células tumorales. Como consecuencia, los anticuerpos trifuncionales son muy efectivos a la hora de destruir la célula tumoral y han demostrado un efecto terapéutico a muy bajas dosis. A parte del catumaxomab, otros dos anticuerpos trifuncionales dirigidos a otros antígenos tumorales están siendo desarrollados en clínica.
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