Este cáncer afecta a un millón de personas en todo el mundo y sólo en España cada año comporta unos 15.000 nuevos casos diagnosticados, según datos de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA). Los profesionales de la salud y las principales asociaciones de pacientes de todo el mundo recuerdan que la detección precoz -a través de las mamografías y las autoexploraciones mamarias- son vitales para ganar la carrera contra esta patología.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que en los próximos años una de cada diez mujeres se enfrentará a un cáncer de mama en algún momento de su vida, la enfermedad maligna más frecuente dentro de la población femenina.
Actualmente, en la Unión Europea se diagnostican más de 250.000 mujeres y sólo en España más de 15.000 deben pasar por este duro trance cada año. Uno de los aspectos que más preocupa es el aumento de su incidencia en todo el mundo así como el descenso en la edad en la que se comienza a detectarse esta patología. Su pronóstico varía geográficamente, así en los países desarrollados la supervivencia global a cinco años asciende al 73 por ciento, mientras que en los países menos favorecidos se reduce hasta el 57 por ciento, según datos de la OMS.
Hasta hace algunos años era una enfermedad desconocida y que se ocultaba. Sin embargo, «hoy día nuestra proximidad con algún caso familiar cercano, o el de una amiga o persona conocida, ha logrado una importante sensibilización social, profesional y política convirtiéndose en un problema sanitario de primer orden», explica el doctor Fernando Domínguez-Cunchillos, desde su experiencia como presidente de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria. «Este mayor conocimiento y concienciación social ha potenciado una de las principales armas contra el cáncer, el diagnóstico precoz, que ha conseguido multiplicar la calidad y esperanza de vida en la mayor parte de las mujeres de todo el mundo».
La herencia familiar, la obesidad y el alcohol, factores de riesgo
El cáncer de mama consiste en un crecimiento anormal y desordenado de las células del tejido mamario. Se da principalmente en la mujer aunque también puede afectar al hombre, concretamente en el uno por ciento de los casos. A partir de los sesenta años es la franja de edad con mayor riesgo de sufrir esta patología (seis de cada diez casos); sin embargo, puede detectarse «en cualquier etapa de la vida y de hecho, cada vez se detecta en edades más jóvenes», afirma el doctor Hernán-Cortés Funes, jefe del Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Aunque hasta el día de hoy no se conocen sus causas concretas, sí existen factores de riesgo. Entre ellos se encuentran, en primer lugar, los antecedentes familiares, «que aumentan un diez por ciento las posibilidades de sufrir esta patología, sobre todo cuando tenemos un pariente de primer grado afectado -madre, hermana o hija», detalla el doctor Joaquín Arribas, Director del Programa de Investigación en Oncología Médica del Hospital Uniersitario Vall d´Hebrón de Barcelona. Y es que, las mutaciones genéticas que originan un tumor mamario se pueden heredar, aunque en menor proporción si se trata de un pariente más lejano afectado -abuela, tía o prima.
Por otro lado, unos hábitos de vida poco saludables también pueden potenciar la predisposición a sufrir un cáncer de mama a lo largo de nuestras vidas. Así, el consumo del alcohol y, como alerta el doctor Guerra, del Hospitais de la Universidad de Coimbra, en Portugal, la obesidad y el exceso de peso está relacionado con «un riego más alto de padecer esta patología». Sin embargo, hasta la fecha no existe ninguna evidencia científica que relacione una dieta rica en grasas con los tumores mamarios.
Más mamogafías y autoexploraciones mamarias periódicas
Actualmente el «diagnóstico precoz supone la única manera que tenemos de poder luchar y disminuir la tasa de fallecimientos puesto que no existe una vacuna contra el cáncer», detalla el doctor Domínguez-Cunchillos. En este caso, las mamografías y las autoexploraciones mamarias juegan un papel vital para conseguir aumentar la calidad y esperanza de vida de las pacientes, en el caso que el tumor maligno no esté muy avanzado.
Y es que, es un hecho que «las obligatorias mamografías a partir de los 40 años, junto con las autoexploraciones mamarias han conseguido disminuir la mortalidad por cáncer de mama», explica el doctor Domínguez-Cunchillos. Además, actualmente «permiten hacer tratamientos menos agresivos para muchas pacientes», añade el especialista. La principal ventaja de la mamografía es, en palabras del doctor Hernán-Cortés Funes, que «puede detectar lesiones muy pequeñas en situaciones muy precoces». Por otro lado, «el diagnóstico a través de imágenes como la resonancia magnética, pese a ser más costosa económicamente, también está desarrollando un papel vital en el campo de la detección precoz del cáncer de mama», añade este especialista.
En el apartado de tratamientos y terapias, actualmente «se dispone de un amplio y variado abanico y buenas perspectivas futuras para que los diferentes cáncer de mama tengan soluciones a todos los niveles y en todos los momentos», explica el especialista del hospital madrileño. Así, «la quimioterapia ha sido uno de los avances más importantes de todos los tiempos ya que, después de la cirugía, reduce los tumores mamarios en un gran porcentaje».
Pero ha sido en el plano de la cirugía donde «se han dado los avances más importantes». Hoy por hoy, como manifiesta el doctor Hernán-Cortés «la mastectomia del pecho para estirpar la glándula mamaria afectada ya no es tan agresiva, por lo que las repercusiones psicológicas y físicas del pecho ya casi no deberían existir».
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