Se celebra el Día Mundial del SIDA bajo el lema Llegar a cero, con el objetivo de lograr cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes por sida. Un objetivo real pero para el que queda mucho trabajo por hacer y éste pasa fundamentalmente por la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento con antirretrovirales.
En el último año se ha producido en España un descenso del 7,5 por ciento de los nuevos diagnósticos de VIH, según datos del Sistema de Vigilancia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que registró en 2011 un total de 2.763 nuevos casos, 144 menos con respecto a los detectados el año anterior (2.907). En cambio, crecen los contagios en hombres que mantienen sexo con hombres, que representan ya más de la mitad de las nuevas infecciones.
Dicho sistema incorpora datos de todas las comunidades salvo Andalucía y Comunidad Valenciana, de ahí que el departamento que dirige Ana Mato estime que el número total de nuevos contagios en España estaría entre los 3.500 y 4.000 casos.
En cualquier caso, los datos de 2011 suponen el segundo descenso consecutivo de contagios registrado desde que se comenzaron a contabilizar datos. Además, el número de nuevos casos se sitúa ya a niveles inferiores a los registrados en 2008 (2.865 nuevos casos).
Con estos nuevos contagios se estima que el VIH afectaría ya a entre 120.000 y 150.000 personas, si bien de éstas un tercio desconoce que es portadora del virus.
El 83,4 por ciento de los nuevos contagios se produjo en hombres, y la edad más frecuente al diagnóstico fue de 35 años. En cuanto a las vías de transmisión, la más frecuente sigue siendo las relaciones sexuales sin protección (85% de los casos), seguidas de la transmisión por vía parenteral en usuarios de drogas inyectadas (5%).
En este sentido, los datos de 2011 muestran un incremento de casos en hombres que tienen sexo con hombres, que representan ya el 54 por ciento de todos los nuevos casos, cuando en 2010 representaban un 46 por ciento del total y, en 2009, un 40 por ciento.
Este incremento coincide con un descenso de nuevos contagios fruto de relaciones heterosexuales (31%, frente al 33% en 2010).
Disminución de nuevos contagios en extranjeros
Además, los últimos datos de Sanidad también muestran una disminución de los nuevos diagnósticos en personas originarias de otros países desde el 41 por ciento en el año 2008 al 37 por ciento en el año 2011. Tras el origen español, el más frecuente fue el latinoamericano y el subsahariano.
En el caso de los nuevos diagnósticos en mujeres, más del 50 por ciento se detectó en mujeres extranjeras. Además, en el colectivo de nuevos casos extranjeros, la principal vía de transmisión detectada fue por relaciones heterosexuales sin protección.
En lo que respecta al momento del diagnóstico, los datos de 2011 muestran como, aunque en España el acceso a la prueba del VIH es gratuito y confidencial, un 46,5 por ciento de las nuevas detecciones se realizaron de forma tardía.
Casi la mitad de casos se detecta tarde
Este hecho, según Sanidad, implica un deterioro inmunitario y supone que los pacientes no han podido beneficiarse del tratamiento al inicio de la infección y no han podido adaptar medidas preventivas a fin de reducir la trasmisión del virus a otras personas, al desconocer que estaban infectadas.
Los heterosexuales son el grupo que presenta una mayor proporción de diagnóstico tardío, tanto en hombres (60%) como en mujeres (59%). En cambio, sólo el 38 por ciento de los hombres que mantienen sexo con otros hombres presentan retraso en el diagnóstico.
Por otro lado, la demora en la detección del VIH aumenta de forma importante con la edad, y es más frecuente detectar el virus tarde en mayores de 49 años.
Todo ello hace que el Ministerio de Sanidad recomiende la realización de la prueba del VIH especialmente a aquellas personas que sospechen que han podido estar expuestas al virus, recordando que «las pruebas del VIH que se emplean habitualmente son tests que miden, mediante un sencillo análisis de sangre, los anticuerpos que genera el organismo frente al VIH».
Además, el departamento de Mato se ha adherido al lema propuesto por la Campaña Mundial contra el Sida Llegar a cero, con el objetivo de lograr «cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes por sida.
De igual modo, han avanzado que están trabajando en el diseño de las líneas estratégicas del Plan Nacional sobre el Sida, con el fin de priorizar los programas de prevención de la infección y de reducción del diagnóstico tardío.
Existe mucho estigma, mucho miedo y mucha desinformación
Para el doctor Jorge Del Romero, director del Centro Sanitario Sandoval, de Madrid, todavía existe «mucho estigma, mucho miedo y mucha desinformación sobre el VIH». Este experto considera que los avances registrados en el tratamiento del VIH no se han visto reflejados en la vertiente social de la enfermedad.
«El tratamiento antirretroviral ha conseguido que los pacientes con VIH puedan hacer una vida normal. Sin embargo, esta normalización no ha corrido en paralelo a una mejora de los aspectos sociales: que las personas puedan manifestar que tienen VIH sin riesgo a ser estigmatizadas», sostiene el director del Centro Sanitario Sandoval. Para este experto, las personas infectadas con VIH siguen teniendo problemas en el ámbito laboral y en el entorno familiar. «Y si hablamos de mujeres con VIH, el estigma es doble», afirma.
El Programa SHE
Precisamente en la jornada organizada por CESA se ha presentado el programa SHE, cuyo objetivo es mejorar la vivencia y la forma de afrontar la enfermedad de las mujeres con VIH. Desarrollado por asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios de toda Europa e impulsado por Bristol-Myers Squibb, SHE es un programa de formación y empoderamiento de pacientes basado en el apoyo entre iguales que pretende afrontar los retos y desafíos a los que se enfrentan las mujeres con VIH y sus cuidadores, proporcionándoles herramientas educativas y científicas que pueden emplearse tanto en el ámbito clínico como en el comunitario.
«El objetivo del programa SHE es doble: por un lado, crear unidades multidisciplinares en los centros hospitalarios para conseguir que el tratamiento de las mujeres con VIH sea el mejor posible; por otra parte, crear grupos de ‘pares’ en los que mujeres que conviven con esta enfermedad ayuden a pacientes en su misma situación», explica la doctora María José Galindo, médico adjunto de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Valencia y una de las impulsoras de esta iniciativa en España.
El programa se va a implantar en forma de experiencia piloto en cuatro hospitales españoles de Vigo, Sevilla, Murcia y Valencia. «En estos grupos de pares, una mujer seropositiva que ha sido previamente formada desarrollará una serie de actividades para ayudar a convivir con la infección a otras pacientes en su misma situación», precisa la doctora Galindo.
Entre los temas que se abordarán en esas actividades figuran desde herramientas para afrontar el diagnóstico y comunicarlo al entorno familiar hasta aspectos relacionados con el tratamiento antirretroviral, las relaciones sexuales, la maternidad y un largo etcétera.
«El apoyo entre iguales es muy importante, porque los pacientes con VIH siguen sufriendo estigmatización, y en el caso de las mujeres, se enfrentan, además, a problemas de discriminación que las hacen más vulnerables», apunta la doctora Galindo. «Muchas de las mujeres diagnosticadas con VIH son inmigrantes o pertenecen a colectivos en los que existe marginación, por lo que les resulta difícil acceder al sistema sanitario», añade la responsable de la unidad SHE del Hospital Clínico de Valencia.
En su opinión, hasta ahora las mujeres con VIH no habían recibido suficiente atención específica por parte de los servicios sanitarios. En parte, porque el mayor porcentaje de pacientes sigue correspondiendo a varones y, en parte también porque hasta hace poco las prioridades de los profesionales se centraban en el tratamiento y en controlar la infección. «Hemos pasado de una época en la que los pacientes se morían a otra en la que la que podemos controlar la infección, y eso hace que las necesidades de los pacientes cambien», sostiene la doctora Galindo.
Prevención
Además de las estrategias de intervención en mujeres seropositivas, la jornada organizada por CESA abordará también la prevención del contagio del VIH. En este sentido, el doctor Jorge del Romero considera necesario avanzar sobre tres ejes: la realización de campañas de concienciación dirigidas a los grupos de población más afectados por el VIH, el diagnóstico precoz de la enfermedad y el uso del tratamiento antirretroviral como herramienta de prevención del contagio.
«Las personas que reciben tratamiento mantienen bajo control la replicación viral y esto hace que no transmitan el virus a sus parejas», explica el director del Centro Sanitario Sandoval, quien añade que el uso del tratamiento antirretroviral como instrumento para la prevención se está identificando como un factor muy importante.
Además, el doctor Del Romero cree que es necesario trabajar con profesionales sanitarios que no tratan habitualmente a pacientes con VIH para que aprendan a identificar marcadores clínicos o «enfermedades indicadoras» que sugieran que una persona pueda estar infectada sin saberlo. «Hay que mejorar la sensibilización del personal sanitario, y de la población en general, sobre la importancia de solicitar la prueba del VIH para diagnosticar precozmente la infección, tratarla adecuadamente y poder controlar esta pandemia a largo plazo», concluye.
El 80% de los médicos de familia es partidario de introducir en su consulta el test de diagnóstico rápido
El 80 por ciento de los médicos de familia es partidario de introducir en su consulta el test rápido para diagnosticar el VIH, según un estudio realizado por el Grupo de Trabajo del Diagnóstico Precoz del VIH en Atención Primaria en España coordinado por el Centro de Estudios Epidemiológicos sobre VIH/Sida de Cataluña (CEEISCAT), en colaboración con la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Catalana de Medicina de Familia y Comunitaria (CAMFiC).
«El colectivo de médicos de familia es consciente del papel relevante que tiene tanto en el diagnóstico precoz del VIH, como a la hora de realizar intervenciones de prevención dirigidas a disminuir su transmisión a otras personas», ha señalado el doctor Juanjo Mascort, miembro de este Grupo de Trabajo, en relación a los resultados de este estudio, basado en las respuestas de 1.308 médicos de familia.
El texto recoge también que el 74,7 por ciento confiaría en el resultado obtenido con este tipo de test, a pesar de que el 70,4 por ciento de los encuestados, aunque conoce la existencia de la prueba, desconoce su funcionamiento.
No obstante, el 56,4 por ciento alega falta de preparación y el 44 por ciento, falta de tiempo para realizar el test. Ante esta situación, Mascort considera que «una simplificación del consejo asistido y una mayor formación sobre el test contribuiría a facilitar la implementación de esta prueba en los centros de salud».
«A día de hoy, muchos médicos de familia desconocen su funcionamiento debido a la poca accesibilidad a la prueba pues por el momento solo está disponible en ámbitos muy concretos como ONGs o centros de atención a la salud sexual», insiste.
Pese a los avances en el manejo del VIH, el retraso diagnóstico observado entre los nuevos diagnósticos de infección por este virus es todavía elevado y «el no detectar a tiempo la enfermedad no solo tiene un impacto negativo sobre el propio paciente, también sobre el resto de la población», destaca.
«En el primer caso porque se beneficiarán menos del tratamiento y, en el segundo, porque es más probable que transmitan el virus a otras personas», aclara este experto, al tiempo que asegura que disponer del test rápido en la consulta del médico de familia podría «incrementar la realización de la prueba del VIH, facilitando su ejecución, incrementando la aceptabilidad por parte del paciente y permitiéndole que conozca el resultado preliminar en la misma visita».
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