Aumenta el cáncer de piel en mujeres de menos de 40 años, según científicos norteamericanos

Prevenir el cáncer de piel no es sólo cuestión de personas mayores y larga "trayectoria solar". De hecho, la incidencia del tipo no melanoma -del carcinoma de células escamosas y del de células basales- se está multiplicando entre la población de menos de 40 años, sobre todo mujeres, como acaba de comprobar un estudio de la Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos).

Ser joven y menor de 40 años no implica estar exentos del riesgo de sufrir cáncer de piel como lo han confirmado los científicos norteamericanos de la Clínica Rochester a través de un estudio sobre la incidencia de dos tipos de cáncer de piel, según sexo y edad, realizado mediante registros médicos desde el año 1976 al 2003.

Hasta la actualidad, los científicos sabían que el cáncer de piel sucedía sobre todo en personas con 50 años, edad en la que se había comprobado un aumento considerable de los casos. Sin embargo, era poco conocida su incidencia en personas más jóvenes.

Y es que, el estudio norteamericano ha podido confirmar esta menor longevidad en la edad de los pacientes diagnosticados de cáncer de piel. De hecho, durante todo el período analizado, se dieron 451 casos de carcinomas de células basales en 417 pacientes, y 70 de células escamosas en 68 de las personas diagnosticadas, todos ellos con una edad media de 33 años.

Otro de los datos concluyentes del estudio es que el cáncer de piel tipo basal aumentó de forma considerable en esos años sobre todo entre mujeres, mientras que el de células escamosas aumentó tanto en mujeres como en hombres. Todo ello es debido, como sostienen los científicos, «al incremento de la exposición solar, del uso de cabinas de rayos UVA y del tabaquismo». De hecho, casi la mayoría de los casos diagnosticados o eran personas fumadoras o lo habían sido en el pasado.

Por otro lado, aunque la investigación ha confirmado que el cuello y la cabeza son las regiones más habituales de los tumores, a los científicos del estudio les ha sorprendido que sólo sea en un 60 por ciento de los casos y no en un 90, como esperaban. Así, la búsqueda de un bronceado curtido por todo el cuerpo, combinado con la utilización masiva de salas de rayos UVA, hace que ninguna región de nuestra piel esté exenta de esta patología, como han demostrado los datos del estudio.

Jóvenes: los que menos se protegen del sol

Cada año se producen en el mundo entre dos y tres millones de nuevos casos de cáncer de piel no melanocítico, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de ellos se podría prevenir desde jóvenes. De hecho, los científicos de la OMS afirman que reduciendo la sobre exposición solar entre la población infantil y adolescente se reduce considerablemente el riesgo de sufrir cáncer de piel, cataratas y otras enfermedades que podrían aparecer más tarde en la vida.

Sin embargo, la mayor parte de los adolescentes no sigue el consejo de la OMS. «La mayoría de la gente joven busca estar morena a toda costa y no piensa en los peligros a los que expone su piel, sobre todo las chicas», advierte la doctora Graciela García, oncóloga del Instituto Madrileño de Oncología y colaboradora habitual de la Asociación Española contra el Cáncer. «Muchos de ellos no saben que la piel tiene memoria y que si no la protegen adecuadamente, se exponen a sufrir un cáncer de piel de adultos», añade la especialista.

Uno de los consejos de esta oncóloga es practicar la prevención a base de protección solar pero «durante todo el año y no sólo cuando vayamos a la playa». Este consejo es especialmente extensible a las personas que trabajan al aire libre y aunque el cielo esté nublado», concluye la especialista.