10Abr. 12
La astenia primaveral es un pequeño trastorno adaptativo motivado por el cambio de estación y de hora, y por el aumento de la luminosidad. No existe, por tanto, como entidad clínica por lo que los expertos consideran que no es necesario recurrir a medicamentos para tratarlo.
Los expertos no ven necesarios los fármacos para afrontar la astenia primaveral, tal y como explica el secretario de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), el doctor Salvador Tranche, que asegura que este trastorno se resuelve «en pocos días y sin ninguna complicación».
Además, considera que «no hay ninguna evidencia de que exista como una entidad clínica», por lo que «no es una enfermedad en sí». Según su criterio, la astenia primaveral «es un pequeño trastorno adaptativo motivado por el cambio de estación y de hora, y el aumento de la luminosidad».
Por ello, Tranche ha explicado a Europa Press que «no tiene mucha importancia. Es pasajero», indica. En cuanto a las alteraciones que pueden producir en los afectados, señala que éstas son «pequeñas» y que tienen «un componente físico y psicológico».
Las primeras están focalizadas en «cansancio y dificultad para dormir», mientras que las psíquicas están originadas por el cambio de temperatura, ya que «el calor puede alterar un poquito», y por la luminosidad. «La luz es un estimulante pero a algunas personas les puede producir irritabilidad y falta de iniciativa», subraya el galeno.
El doctor Tranche no consigue encontrar una explicación concreta al hecho de que este trastorno se produzca en esta época del año. A su juicio, «lo lógico sería que se produjera cuando se reduce la luz, pero aquí ocurre al revés». Por ello, considera que es como si el organismo fuera «desacompasado».
Cada vez afecta a menos gente, siendo las mujeres las más afectadas
No obstante, sí confirma el dato de que la astenia primaveral «afecta mayoritariamente a las mujeres», pero tampoco tiene una respuesta a esta situación. Para lo que sí adivina una solución es para la circunstancia de que este trastorno afecte cada vez a menos gente. En su opinión, esta coyuntura se debe a la crisis debido a que «la gente se preocupa más por otras cosas. La astenia es un problema menor», sentencia.
En resumen, sostiene que esta alteración «afecta a muy poca gente» y que, incluso, los pacientes acuden más a la consulta «para descartar afecciones como la anemia o un cuadro depresivo». En cuanto a esta última, Tranche advierte de que, en su nivel leve, coinciden los síntomas de «alteración del sueño, falta de ilusión e iniciativa, tristeza y cansancio». Sin embargo, considera que la depresión aguda es inconfundible porque los síntomas «son más severos y graves».
Por último, el representante de la semFYC asegura que la astenia primaveral «no impide una vida normal, salvo cuando es duradera y está acompañada de dolores articulares y una afectación más general». En su opinión, «se está más cansado y más lento, pero no incapacita».
Para combatirla, la receta que propone es «mantener una higiene del sueño descansando 7 u 8 horas durante la noche, tener un horario regular de comidas y hacer ejercicio. Practicar un estilo de vida saludable es lo único que hay que hacer», concluye el doctor Tranche.
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