La costra láctea, también conocida como dermatitis seborreica infantil, es una afección cutánea muy común en bebés. Se caracteriza por la aparición de escamas amarillentas, grasas y adherentes en el cuero cabelludo. Aunque puede resultar antiestética, es importante destacar que la costra láctea no es contagiosa ni grave y generalmente desaparece por sí sola en unos meses.
¿Qué causa la costra láctea?
Aunque se desconoce la causa exacta de la costra láctea, se cree que ciertos factores pueden contribuir a su aparición:
Un exceso de producción de sebo, sustancia oleosa producida por las glándulas sebáceas de la piel.
La presencia de un hongo llamado Malassezia globosa en la piel, que se alimenta del sebo.
Factores hormonales maternos, ya que la costra láctea es más común en bebés menores de 3 meses, cuando los niveles hormonales maternos aún son elevados en el bebé.
Síntomas de la costra láctea
El síntoma más característico de la costra láctea es la aparición de escamas amarillentas, grasas y adherentes en el cuero cabelludo. Estas escamas pueden ser finas o gruesas y pueden extenderse a la frente, las cejas, las orejas, la nariz y el cuello. En algunos casos, la piel debajo de las escamas puede estar enrojecida.
Tratamiento de la costra láctea
En la mayoría de los casos, la costra láctea no requiere tratamiento médico y desaparece por sí sola en unos meses. Sin embargo, existen algunas medidas que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar el aspecto de la piel:
Lavar el cuero cabelludo del bebé diariamente con un champú suave para bebés.
Aplicar un aceite mineral o vegetal, como aceite de oliva o de almendras dulces, en el cuero cabelludo para ablandar las escamas antes del lavado.
Cepillar suavemente el cuero cabelludo con un cepillo suave para eliminar las escamas sueltas.
En casos más severos, el pediatra o dermatólogo puede recomendar el uso de un champú o crema con ketoconazol o ciclopirox, que son agentes antifúngicos que ayudan a controlar el crecimiento del hongo Malassezia globosa.
Consejos para prevenir la costra láctea
Aunque no existe una forma segura de prevenir la costra láctea, algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de que aparezca son:
Lavar el cuero cabelludo del bebé con un champú suave para bebés, incluso si no tiene costra láctea.
Evitar el uso de productos para el cabello grasos o perfumados en el bebé.
Mantener la piel del bebé limpia y seca.
Es importante recordar que la costra láctea es una afección común y benigna que no debe ser motivo de preocupación. Con los cuidados adecuados, la piel del bebé recuperará su aspecto normal en poco tiempo.