Dolor oncológico: tipos, causas y tratamiento

Dolor oncológico: cómo abordarlo para mejorar la calidad de vida

El dolor es uno de los síntomas más comunes y temidos por los pacientes con cáncer. Se estima que hasta un 90% de ellos lo experimentarán en algún momento de su enfermedad. Afortunadamente, existen tratamientos efectivos para controlarlo y mejorar significativamente su calidad de vida.

Tipos de dolor oncológico

El dolor oncológico se puede clasificar en varios tipos:

• Dolor nociceptivo: Es el tipo más común y se produce por la activación de los receptores del dolor en los tejidos. Puede ser somático, cuando se origina en la piel, los músculos o los huesos, o visceral, cuando proviene de los órganos internos.

• Dolor neuropático: Se produce por una lesión o daño en el sistema nervioso. Puede manifestarse como ardor, hormigueo, pinchazos o entumecimiento.

• Dolor mixto: Es una combinación de dolor nociceptivo y neuropático.

Abordaje multidisciplinar del dolor oncológico

El tratamiento del dolor oncológico debe ser individualizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. En general, se utiliza un enfoque multidisciplinar que puede incluir:

• Farmacoterapia: El uso de medicamentos es la base del tratamiento del dolor oncológico. Se pueden utilizar analgésicos no opiáceos, opiáceos, corticoides, antidepresivos o anticonvulsivantes, entre otros.

• Terapias no farmacológicas: Estas terapias pueden ser un complemento útil a la farmacoterapia y pueden incluir fisioterapia, terapia ocupacional, técnicas de relajación, acupuntura o apoyo psicológico.

Es fundamental que los pacientes con cáncer que experimentan dolor consulten con su médico para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado. Un adecuado control del dolor puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente, permitiéndole afrontar su enfermedad con mayor bienestar.