¿Qué es el dolor irruptivo oncológico?
El dolor irruptivo oncológico es un empeoramiento repentino e intenso del dolor que sufren algunos pacientes con cáncer. Este dolor aparece de forma transitoria, lo que significa que tiene una duración limitada en el tiempo.
El dolor irruptivo oncológico se caracteriza por ser un dolor episódico que se suma al dolor basal que ya pueda tener el paciente. Es decir, se produce sobre un dolor de base que ya está siendo tratado, pero que en determinados momentos se incrementa de manera brusca.
¿Por qué se produce el dolor irruptivo oncológico?
El dolor irruptivo oncológico puede aparecer de forma espontánea o estar desencadenado por algún factor. Entre las causas que pueden provocarlo se encuentran:
Movimiento: Toser, estornudar, cambiar de postura o caminar.
Contacto físico: Un simple roce en la piel puede ser muy doloroso.
Procedimientos médicos: Curas, sondajes, etc.
Estrés emocional: Ansiedad, miedo o depresión.
¿Cómo se trata el dolor irruptivo oncológico?
El tratamiento del dolor irruptivo oncológico debe ser individualizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. Es fundamental un diagnóstico médico adecuado para determinar la causa del dolor y poder aplicar el tratamiento más efectivo.
En general, el tratamiento del dolor irruptivo oncológico se basa en la administración de medicamentos analgésicos de acción rápida, que pueden ser administrados por diferentes vías, como la oral, la sublingual, la intravenosa o la intranasal.
Es importante destacar que el control del dolor es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer. Por ello, es esencial que los pacientes que sufren dolor irruptivo oncológico consulten con su médico para recibir el tratamiento adecuado.