La leche de cabra ha ganado popularidad como alternativa a la leche de vaca en la alimentación infantil. Diversos factores, como la percepción de una mejor digestibilidad o un menor potencial alergénico, han impulsado su uso en fórmulas infantiles.
Leche de cabra: ¿Una alternativa en la alimentación infantil?
Es importante destacar que la leche materna es el alimento ideal para los bebés durante los primeros meses de vida. Sin embargo, existen situaciones en las que la lactancia materna no es posible o suficiente, y se recurre a las fórmulas infantiles.
Diferencias nutricionales entre la leche de cabra y la de vaca
Aunque ambas son nutritivas, existen diferencias significativas en su composición. La leche de cabra contiene menos lactosa que la leche de vaca, lo que la hace más digestible para bebés con intolerancia a la lactosa. Además, la leche de cabra tiene una estructura de caseína diferente, formando coágulos más blandos y fáciles de digerir en el estómago del bebé.
Otro aspecto a destacar es el aporte de prebióticos en la leche de cabra. Los prebióticos son sustancias que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, contribuyendo a una buena salud digestiva.
Fórmulas infantiles a base de leche de cabra
En el mercado existen fórmulas infantiles elaboradas a base de leche de cabra, que pueden ser una opción para bebés con necesidades especiales, como intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca. Es fundamental recordar que la elección de la leche infantil debe ser siempre supervisada por un profesional de la salud, quien valorará las necesidades individuales de cada bebé.