La psoriasis es una afección de la piel que afecta a muchas personas en todo el mundo. La psoriasis habitualmente se trata con corticoides en crema, es el primer escalón de los tratamientos y es lo que mandamos prácticamente todos los dermatólogos como paso inicial. Sin embargo, es importante comprender que este enfoque no es siempre el más adecuado, especialmente en casos más severos de psoriasis.
Efectos de los corticoides en crema o inyectados en el tratamiento de la psoriasis
En su fase inicial, los médicos a menudo prescriben corticoides tópicos, aplicados directamente sobre la piel. Estos corticoides en crema pueden brindar alivio y reducir los síntomas de la psoriasis. Sin embargo, cuando la afección es más grave, el tratamiento con corticoides sistémicos, que se toman por vía oral o se administran mediante inyecciones, puede parecer una opción para acelerar la mejoría. Aunque pueda parecer una solución rápida, es crucial comprender que el uso de corticoides sistémicos puede tener consecuencias negativas. Estos medicamentos, cuando se interrumpen, pueden provocar un rebote en los síntomas de la psoriasis. Por ello no se debe dar tratamiento con corticoides sistémicos o sea ni tomados por boca ni pinchados. Esto se debe a que en lugar de mejorar, la condición puede empeorar y dar lugar a formas más graves de psoriasis, como por ejemplo la psoriasis pustulosa o la psoriasis eritrodérmica.
La psoriasis pustulosa y la psoriasis eritrodérmica son subtipos de la afección que pueden requerir hospitalización debido a su gravedad. Por lo tanto, es fundamental que las personas con psoriasis informen a sus médicos sobre su condición, incluso si consideran que es un detalle menor en comparación con otros problemas de salud que puedan estar experimentando.
Al consultar a un médico por cualquier motivo, ya sea relacionado con la piel o no, es esencial mencionar la presencia de la psoriasis. Esto permitirá al profesional de la salud evitar recetar tratamientos con corticoides sistémicos siempre que sea posible. Por ello evite la automedicación con corticoides sistémicos y asegúrese de informar a su médico sobre la presencia de la psoriasis, incluso si considera que es una parte menor de su historial médico. Al adoptar este enfoque puede garantizar el mejor resultado en el tratamiento de su psoriasis.