Probióticos y prebióticos han demostrado potencial en la prevención y el manejo de diversas enfermedades en la infancia. Te lo contamos.
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El papel de los probióticos y prebióticos en la prevención de enfermedades infantiles. ¿Son efectivos? Hablamos de ello en el siguiente artículo.
El microbioma está compuesto por bacterias, hongos, virus y otros microorganismos que interactúan con el organismo humano. Su equilibrio es esencial para la función inmunológica, metabólica y neurológica.
En los primeros años de vida, su desarrollo se ve influenciado por factores como el tipo de parto y la lactancia materna, lo que puede impactar en la aparición de enfermedades alérgicas y digestivas.
Los probióticos son microorganismos vivos con efectos beneficiosos, mientras que los prebióticos son fibras no digeribles que sirven de alimento para la microbiota. Juntos pueden favorecer la producción de ácidos grasos de cadena corta, regular la inflamación y fortalecer la barrera intestinal.
Numerosos estudios han explorado el papel de estos compuestos en la **salud infantil: **
Dermatitis atópica: un metaanálisis reciente encontró que los prebióticos reducen un 32 % la incidencia de esta afección en niños.
-Diarrea infecciosa y asociada a antibióticos: los probióticos, como Lactobacillus rhamnosus GG y Bifidobacterium lactis han demostrado reducir la duración y severidad de la diarrea.
-Síndrome de intestino irritable y enfermedad inflamatoria intestinal: algunas cepas han mostrado beneficios en la reducción del dolor y la distensión abdominal.
-Infección por Clostridioides difficile: se ha observado que ciertos probióticos pueden disminuir la recurrencia de esta infección.
-Modulación del sistema inmune: se ha propuesto que la suplementación materna con probióticos durante el embarazo y la lactancia puede transferir bacterias beneficiosas al bebé, reduciendo el riesgo de alergias.
Los estudios emergentes sugieren que la microbiota intestinal influye en el comportamiento y en trastornos del neurodesarrollo, como el autismo. Aunque la evidencia en humanos es aún limitada, los probióticos podrían desempeñar un papel en la regulación del eje intestino-cerebro.
Los probióticos y prebióticos han demostrado efectos prometedores en la prevención de enfermedades infantiles. Sin embargo, se requieren más ensayos clínicos para determinar las cepas, dosis y duraciones óptimas de tratamiento.
Una alimentación rica en prebióticos y la adecuada colonización microbiana en los primeros años de vida pueden ser clave para la salud a largo plazo.
el uso de probióticos y prebióticos pueden actuar como factores de prevención en las enfermedades de la infancia. El microbioma humano está compuesto por nuestra microbiota comensal, que incluyen bacterias, hongos, arqueas, virus y protozoos, sus genes y los productos genéticos. El microbioma resulta de gran interés para todos los investigadores en medicina, ya que afecta a todos los órganos principales, incluyendo el sistema cardiovascular y el sistema nervioso central. Parecería entonces impensable que consumir un solo probiótico diariamente podría producir un efecto sobre un resultado de salud. Sin embargo, la evidencia demuestra que, de hecho, los probióticos tienen beneficios para la salud en humanos comprobados a través de diferentes mecánicos. Los prebióticos, en su caso, son olivo carios no digeribles, y la evidencia actual demuestra que los prebióticos son capaces de aumentar la producción de ácidos grasos de cadena corta que a su vez modula la producción de citoquinas dentro de la mucosa intestinal alterada. De esa manera, la composición de la microbiota el uso de prebióticos en enfermedades alérgicas es realmente permiso. Hay un metaanálisis reciente que demostró que el uso de prebióticos resultó en una reducción del treinta y dos en la incidencia de dermatitis atópica en pediatría. Los prebióticos también han demostrado ser útiles en la hipercolesterolemia, así como en la diarrea asociada por infección recurrente por Clot dificiles, donde también éste puede reducirse con el uso de previa. Los probióticos se han incluido en varios estudios de ensayos clínicos controlados en pacientes con diarrea infecciosa Mmm. Uno y para la prevención de diarrea asociada a antibióticos mmm. Uno para tratamiento y prevención de infección porque los tri difíciles mmm. Uno para la enfermedad inflamatoria intestinal mmm uno, el síndrome de intestino irritable mmm uno y la prevención de secuelas de enfermedades inducidas por radiación o quimioterapia mmm uno, así como también para enterocolitis necrotizante, encefalopatía hepática y dermatitis atómica. Existen nuevos estudios de probióticos en el tratamiento de diversas enfermedades psicológicas y en el autismo. El mecanismo exacto de cómo la microbiota influye en el comportamiento y en el eje intestino cerebro siguen siendo desconocidos, pero se han realizado algunos estudios en animales que de muestran los efectos de los probióticos para influir estados psicológicos. Los ensayos clínicos han probado tanto cepas individuales como mezclas de probióticos con resultados, dependiendo de la cepa y la dosis de probióticos. Las especies más comunes que se utilizan como especies únicas y que han sido estudiadas son el Lactobacillus Ram Nou, G G, Lactobacillus, Casei, Planta Arum, John Sony, Bifidobacterias Lácteas y Atami Secular. La evidencia reciente sugiere que la exposición a bacterias beneficiosas en los primeros años de la vida pueden tener un papel en la prevención de la alerta. Varios estudios han demostrado por primera vez que los bebés nacidos por vía vaginal y amamantados están colonizados con lactobacilos y bifidobacterias en relación a aquellos bebés nacidos por cesárea y alimentados con fórmula estándar que muestran una prevalencia significativamente menor de bifidobacterias y más prevalencia de BAC TE y coliformes asociados con una mayor prevalencia de alergias respiratorias. Por lo tanto, la suplementación con probióticos durante el embarazo se considera que transfiere bacterias beneficiosas al bebé durante el parto y después del nacimiento. En segundo lugar, el intestino está expuesto a la presencia microbiana y la estimulación inmune, por cuanto la suplementación temprana con probióticos en la vida puede facilitar la modulación del sistema inmune. Por lo tanto, una dieta rica en prebióticos podría desempeñar un papel muy importante en la modulación de la microbiota intestinal, proporcionando así varios efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. En resumen, la investigación basada en evidencia sobre cepas probióticas revela que los microorganismos cultivados cuando se administran en cantidades adecuadas durante periodos suficientes de tiempo, son beneficiosos en muchas enfermedades humanas y más seguros que la mayoría de los productos farmacéuticos. Estas condiciones incluyen no sólo al alcohólico infantil, sino también a la diarrea infecciosa aguda y al síndrome intestino irritable. Los probióticos también pueden prevenir los síntomas asociados con los antibióticos, la diarrea y la enterocolitis necrotizante. Las investigaciones futuras van a ser necesarias para poder identificar el probiótico óptimo y la dosis para enfermedades específicas, primero en modelos animales que comparen varias cepas y segundo en ensayos clínicos aleatorizados.