La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Esta enfermedad afecta principalmente a los bebés y niños pequeños, y puede llegar a ser grave en estos grupos de edad.
Tos ferina: ¿Por qué es peligrosa en bebés?
Los bebés, especialmente los menores de 6 meses, son particularmente vulnerables a la tos ferina debido a que su sistema inmunitario aún no está completamente desarrollado.
La tos ferina se caracteriza por una tos intensa y persistente que puede dificultar la respiración, la alimentación e incluso provocar vómitos. En casos graves, puede causar neumonía, convulsiones, daño cerebral e incluso la muerte.
Vacunación: la mejor protección
La mejor manera de prevenir la tos ferina es mediante la vacunación. La vacuna contra la tos ferina (DTaP) se administra en varias dosis durante la infancia y protege contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. Es fundamental seguir el calendario de vacunación recomendado por los profesionales de la salud para garantizar una protección adecuada.
Además de la vacunación, otras medidas preventivas incluyen:
Lavarse las manos con frecuencia.
Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
Es importante destacar que la vacunación no solo protege al individuo vacunado, sino que también ayuda a proteger a la comunidad mediante la inmunidad colectiva o de grupo. Esto significa que cuando una alta proporción de la población está vacunada, se reduce la propagación de la enfermedad, lo que protege a aquellos que no pueden vacunarse, como los bebés muy pequeños.