Si el niño pesa menos de lo indicado para su edad, no siempre es un problema. Otras veces, en cambio, puede sufrir alguna intolerancia o alergia. ¡Atento!
Durante las revisiones pediátricas, se pesan y miden a los bebés para comprobar que su peso y talla evolucionan correctamente. Para ello, se utilizan las curvas de normalidad, que son una herramienta orientativa para evaluar el crecimiento del niño. Es importante destacar que estas curvas son solo una referencia y que cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento.
El Dr. Jesús Garrido, pediatra y creador de Mi Pediatra Online, explica que durante los primeros tres meses de vida, los bebés suelen ganar entre 150 y 200 gramos de peso por semana. Entre los 3 y los 6 meses, el aumento de peso se ralentiza, situándose entre 100 y 150 gramos por semana. A partir de los 6 meses, los bebés aumentan entre 50 y 100 gramos por semana. Es importante tener en cuenta que estos son valores medios y que puede haber variaciones de un niño a otro.
Tradicionalmente, se consideraba que un peso y talla por debajo de la media era un signo de alarma. Sin embargo, hoy en día se sabe que no siempre es así. Un niño puede estar sano aunque su peso o talla estén por debajo de la media. Lo importante es que el niño esté sano, activo y se desarrolle correctamente.
Si un niño experimenta una bajada brusca de peso o si su crecimiento se estanca, es importante consultar con el pediatra. También se debe acudir al médico si se observa algún otro síntoma como falta de apetito, vómitos, diarrea o retraso en el desarrollo. En estos casos, el pediatra realizará una evaluación completa para determinar la causa del problema e indicar el tratamiento más adecuado.
Es fundamental recordar que cada niño es diferente y que no hay que obsesionarse con las curvas de crecimiento. Lo más importante es que el niño esté sano y feliz.
Cuando revisamos a los niños en el control de niños. Saben, una de las cosas clásicas que hacemos es que siempre los pesamos, lo medimos y comparamos como a su evolución con unas tablas que son las curvas de normalidad. Y ahí vemos que unos niños tan por encima de los niños están por debajo y vereis lo primero que son curvas. Es decir, que al principio van subiendo muy rápidamente y después se Valente siendo hasta que llega un momento que la ganancia de mucho menor En los primeros tres meses de vida. Se suele decir, por ejemplo, en el precio que ganan de ciento cincuenta dos cientos gramos por semana. Entre los tres meses y los seis meses ya la cosa se frena a cien ciento cincuenta gramos por semana y por encima de los seis meses ya la cosa se queda en unos cincuenta cien gramos por semana. Y además, de forma que puede pasar varias semanas en las que no gana nada y de repente gana dos cientos gramos, decía haciendo como Escalona. Y eso es normal. Y otra de las cosas que nos enseñan a todos cuando hacemos la especialidad es que los niños que están por debajo de la media. Es un niño, hay que vigilarlo. Y esto viene de una idea de crianza que es la que se extendió al principio de la pediatría y que consistía en como el principal problema que tenemos en la malnutrición y la muerte por gastroenteritis. Sabemos que los niños delgados, los niños que están por debajo de la media, están en peligro de muerte, porque si llega una mala cosecha, una gastroenteritis, ese niño no lo va a soportar. Y entonces el objetivo cuál era? Todos los niños los queremos por encima de la media, lo cual es matemáticamente imposible resultado. Estamos promocionando la obesidad. Eso en los países en vías de desarrollo era una forma de salvar vidas y de hecho, una de la estrategia que ha conseguido reducir la mortalidad infantil en los países que hoy en día consideramos desarrollados. Pero una vez conseguido ese objetivo, cuando ya una mala cosecha, una gastroenteritis, no suponen una amenaza para la vida de ningún niño, tenemos que tener claro que el niño que está por debajo de la media La pregunta del millón es está sano o enfermo, porque si estás sano, no tienes que hacer absolutamente nada para cambiar eso. Cuando nos esforzamos por que suba. Lo que estamos haciendo es favorecer la obesidad, cosa que no le interesa porque el principal problema nutricional que tenemos en la sociedad de día, por tanto, la tabla, no pueden servir para tener una orientación. Pero no sesión. Hay mucho, porque esto tenía mucho sentido en los países del Tercer Mundo. Hoy en día no puede servir más para orientando en la aparición de alergias de intolerancia, pero poco más. Cuando un niño va siguiendo una línea, va haciendo pequeñas fluctuaciones y si de repente tiene una bajada importante de los percentil es que llevaba lo primero que tenemos que pensar. Ha cambiado algo en su alimentación y si ha cambiado, Puede ser que ese cambio noroeste tolerando adecuadamente y sea la causa de esa bajada, o tiene alguna otros síntomas de enfermedad que me puedan explicar que el niño esté alimentándose peor y por tanto, este ganando menos peso. Esas son las preocupaciones que tenemos que tener, pero el niño que está delgado y sano, no lo toques